Frases y pensamientos : SUEÑO, O REALIDAD |
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Mismo que no quisiera, no conseguiría, mismo que atravesara los mares para el otro lado del mundo, mismo que subiera a la montaña más alta, no te olvidaría. Pregunto, quien dejaría de comer, andando apresurado, cogiendo el metro, meterse en el coche, para en el poco tiempo que tiene para almorzar, venir junto a mí solo para me dar un abrazo y decirme, “estoy aquí.” Supiste que estuve un poco mal físicamente, mi moral por el suelo y sin decir nada, apareciste. No te lo puedo pagar, por mucho que te quiera, ¡Amigo! Tu vida no es fácil, tu trabajo es difícil y nunca te quejas, tienes siempre tiempo para mí, si pudiera te diría, “te amo más que la vida, aun te amaré más después de la muerte el alma es inmortal”. Pero por infelicidad no puedo, por muchas cosas, primero, no tengo el derecho de amarte, seguro que me iré antes de ti y quiero que pienses en mi como una amiga sincera que tuviste, por unos tiempos en tiempos que estabas solo y triste, difícil que me entiendan, no importa, que más da, son cosas mías, solo mías y de nadie más. Ni lluvia, ni viento, ni frio, ni el cansancio, te dejan olvidarte de mí, ¿qué puedo pedir más, de lo que me regalas? Solo perdón, por los que te lastiman, no que lo digas, pero sé que lo sientes, eres luz en las tinieblas, eres brisa en el desierto, eres sombra en la hoguera del sol, eres bálsamo en mis heridas, eres mis pasos, me conduces, por medio de precipicios, eres calor que derrite el hielo, que casi me congela, eres la vida, que si no fueras tu, ya no la tenía. Tú me das fuerza, me limpias las lagrimas, sin acusar a nadie ni a nada, solo me abrazas y me sujetas en pié. Era una mujer, parada en el tiempo, que escribía esto, lo estuve leyendo, me tocó, me estremecí, sentí un escalofrío, dentro de mí, ¿podría ser yo, o un despertar de una pesadilla mía? Que mescla, que confusión en mí. Tengo paraguas, sin tela, tengo zapatos sin suelas, tengo sangre sin venas, total, tengo de todo, sin tener nada. Admiré aquella mujer, desearía ser yo, no, no podía, mi coraje, no llegaba, para desnudar mi alma como lo hizo ella. Que pueda amar en vida, por tiempos sin fin, que cuando se muera, pueda ser amada, como se viva fuera. Solo el color de sus ojos, quedaran, en mí, castaños oscuro, profundo, lleno de amor. La mano sujetando la pluma, reposada puesta en cima de la hoja, que se movía muy de leve al sabor de su respiración, calma y serena. Por ahí andará, quizá a vuelva a encontrar, o en sueños o yo transformada, en ella. Oporto, 14 de Noviembre de 2011 Carminha Nieves |
Poeta
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