Amor prohibido, en el jardín indebido floreces,
naces como un huracán que llega y todo revuelve,
pero tan tierno y tan frágil te atañen las pequeñeces,
eres el fruto negado que las pasiones envuelve.

Con tu fascinante encanto se deslumbra la mirada,
me atraes como el fuego enciende a la madera,
tu seducción es tan fuerte, dejas el alma embelesada,
cuando te veo pasar sonámbulo quedo allá afuera.

Amor ilógico, en el corazón te he albergado,
la atmósfera disparatada se colisiona en las manos,
conspiradores rumores el ambiente han alborotado,
pero sigo ensordecido ignorando a los sananos.

Porque no existe razón para que no estés conmigo,
aunque este amor no nació de una pendencia manchada,
prefiero vivir en contienda y continuar así contigo
antes de ver que la flor sea quebrada y deshojada.

Julio Medina
21 de septiembre de 2011