Poemas : EL DÍA QUE APRENDIMOS A BESAR |
|
---|---|
Este artículo o categoría puede incluir contenido sensible. ¿Seguro que quieres leer?
El tibio mediodía iluminó la habitación,
nuestras miradas y tu larguísimo cabello. Tu mano en mi pierna alisó mi pantalón y un sismo dañó mis estructuras. Perdido entre la noche de tu pelo y el sol de tus ojos me quedé en el garbo que me ofrecieron tus pestañas. Nos invadió la necesidad de un sello postergado, mientras tu cintura aceptaba la tentación de mi mano. Hablaron nuestros ojos para ejecutar la melodía. Comenzó a brillar el territorio de tus dientes en esa sonrisa vital que siempre me seduce, mientras temblaba un vibrato en mis sienes. Puse ante tus labios el señuelo de una palabra que intuí sería la llave para abrir tus puertas. Me miraste plácida y aguardaste serena antes de cerrar el telón de tus ojos pardos. Un suave viento nacido en tus entrañas silbó la urgencia de un deseo contenido. Entonces saboreamos nuestras lenguas y un verano inesperado invadió nuestras costas. © Rogger Alzamora Quijano |
Poeta
|
El día que aprendimos a besar, nunca se olvidará, y mucho menos si ese beso lentamente nos conduce al éxtasis del amor. Excelente poema. Saludos. Claudia Alhelí Castillo