Poemas : La esperanza vive en el Sur |
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Para quienes toda alternativa
quedó relegada a salir, migrar, dejar su tierra nativa pero sin jamás dejar de soñar, Recuerdo ahora aquél Cónsul amable que esgrimía con toda la razón, que para tener un mundo habitable hay que vivir entregando el corazón. Y recuerdo esto, por los cambios que muy a nuestro pesar, ocurren impasibles frente a dios, y ante quienes no dejan de emigrar. Dejar con tu historia, tu suelo, los paisajes, tus amores, el consuelo, despojarte al marchar, de la dulzura e intentar nunca perder la cordura. Lobos, halcones, zorros, lagartos, parecerían con quienes vivirás, intentando compartir sus reglas y retos, otras historias y otras culturas. No importa cuán lejos vayas, la esperanza, seguirá palpitando al Sur, acá, donde se interrumpió tu historia y en donde siempre serás parte viva. Para quienes viven pensando en el regreso en los hermosos parajes y en aquel beso, en una bendición más y todo el consuelo, en nuevas noches bajo su propio cielo. No quemen nunca sus velas, ni una pizca de coraje, la esperanza habita en el Sur, con sus sueños interrumpidos, con sus amores que sufren y hay que atesorar, con esa carga inmensa de vida por todos añorada. La esperanza no alcanzó en el equipaje, vive acá, con tus raíces, tus perros y los paisajes bellos, entonces, suspira y lucha… no dejes de luchar, ni soñar con el regreso, que redime y complementa, que satisface y emociona, que da paz, seguridad y sobre todo, te reúne con quien más aprendiste a amar. |
Poeta
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Hermoso tu mensaje, pero hay ocasiones que la vida nos obliga a emigrar para tratar de alcanzar aunque sea una pizca de un mejor porvenir. Saludos.
Gracias Julio, de acuerdo hay excepciones, pero nada mejor que puedas morir en medio del entorno en el que creciste y con quienes desarrollaste tu vida, con quienes compartiste una misma historia...
Yo pienso que lo mejor es quedarte en la Patria de cada quien para vivir y trabajar, aunque sea un trabajo que no reditue mucho, pero estás en tu suelo, junto a tu familia, y no pasando penas, tristezas y malos tratos en otro país. Muy reflexivo tu escrito. Saludos y gran abrazo, Claudia Alhelí Castillo
Creo que para quienes hemos emigrado y sobrevivido a las secuelas de expatriarse, queda más crudo entender esto de tejer en la memoria los rastros de una Patria, de un entorno exquisito propio; estas líneas quieren ser un espacio de reflexión, una motivación a volver y nunca más salir...