Poemas : A mi herma-madre |
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Solía pensar que alguien me había premiado, pues a más de la mami, la del dulce y la ternura, la de la dulce ternura, ... del cielo, - debió de ser de allí – llegó como lluvia que refresca, como cedrón hirviendo, como bálsamo, como brisa, como caricia nomás, llegó,... no, estaba allí como el aire, como todo, nació antes y nos esperaba, sí, y mientras llegábamos desarrollo su don de entregar y amar y cuidar y amar, siempre amar. Mientras la mami peleaba por la vida del Tyrone, - el artista de las formas y las letras- que se le estaban destruyendo los riñones, los demás niños quienes sabíamos, que no podíamos reclamar por sus mimos, que los necesitábamos y mucho, es que también estábamos asustados, nuestro hermano estaba en peligro, alguien debía regalarnos consuelo, mentirnos aunque sea, que todo iba a pasar, ... tú lo hiciste y nos liberaste del desconcierto, la angustia y los miedos. Mi hermana y madre mi herma-madre, mis ojos encontraron siempre tu sonrisa hermosa y unos ojos aunque negros como cielo, como faros, debiste crecer como espuma, como nubes de tormenta por lo amplias y potentes, para cobijarnos y querernos, como cáliz para alimentar el alma, como crisol para fundir la adversidad y templar como acero nuestros espíritus. Nívea como picos de nevado comulgando con el infinito, clara y pura como agua de remanso, imponente y libre como el vuelo del cóndor, así es tu imagen, tu presencia cálida, tu ternura desbordante, consejera consecuente, amiga constante, mis sueños tienen las alas de tus cabellos azabaches, mi canto y palabras el ritmo y la sonoridad de tu risa franca, mis pasos la seguridad de tu cobijo y compañía. Pero quisiste parir tus propios hijos, para llenarlos de toda tú, de tu capacidad de amar y cultivar guerreros, de tu ternura y alegría para amasar soñadores, de tu tesón y esperanza para creer en el mañana fecundo, nuevo... esa fue tu más cara ambición, que la naturaleza, la vida se negó a darte a devolverte, a bendecir tus maternidades. Tres hermanos perdiste y tres fueron los hijos que se fueron sin conocerte, sin sentir lo maravillosa que podías ser, tras de ellos te fuiste herma-madre, explosionando el corazón de tanto amar y esperar, reventando el consuelo por inútil, por vacío, taladrando en nuestras almas un vacío más inmenso e intenso que el hambre. No pude bañar tu cara bonita con mis lágrimas, las flores conque quería cubrirte, las pinté para que no se marchiten y el ave maría jamás podré cantarte porque mi voz no llegaría, herma-madre, deja que hoy dispare esta ráfaga de versos roncos buscándote en el cielo, de allí viniste allí te buscarán. |
Poeta
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una hermana que hizo las veces de una madre, con su ternura, con su apoyo incondicional, pero que la vida le negó sus hijos. Un poema lleno de agradecimientos para ella, por su gran amor. Una oración elevada al cielo en su honor. Bello poema Miltinho, abrazos. Claudia Alhelí Castillo
Dentro del alma hay heridas que vienen de la intensidad conque amamos, porque cuando se ama de veras debe doler y el corazón recibir muchos cortes que más tarde también lastiman al refrescarlas; mi herma-madre es un ángel que vive en mis anhelos, en mi compromiso por contar todas las facetas de vida recorridas... Gracias por el comentario Claudia querida, un abrazo...
Hermosa dedicatoria a un ser valiente y luchadora como lo es tu hermana madre apoyo contante de todos los tiempos mujer de mucho valor.
Gracias por compartir,
Saludos cordiales y buen fin de semana
Alondra, te agradezco el comentario, mi herma-madre fue un ser maravilloso que se brindó completa como se debe amar, sin reservas, sin cálculos; espero haber conseguido describir ese espíritu inconmensurable... Un abrazo...