Poemas de amor : Para amarte a cualquier edad y distancia... |
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La taquicardia, las manos sudorosas,
las palabras enredadas, las angustiosas horas de espera, las ganas por parar y expresar libremente la razón de esos fenómenos secundarios, parecen no haber cesado, las mariposas en el estómago y las innumerables estrellas me acompañan como ayer, cuando estás cerca y aún en la distancia, porque tu presencia es fresca, porque flotas en mi entorno e inundas mis pensamientos. No pasa el tiempo cuando aquello que nos abstrae es único, cuando la vida tiene mejores derroteros porque la compartimos con un ser amado, cuando queremos ser buenos y mejores, cuando la felicidad se la admira en tus pupilas, y te contagia como sed de besos, cuando te acoge como remanso para reposar el alma; no, no han pasado los días desde entonces, porque amarte se transformó en forma de vida en posibilidades infinitas de compartir, de entrega. Hace minutos nomás cerramos una vez más los ojos para recibir y darnos otro beso, para que sigan siendo nuestros labios los protagonistas de esta forma de expresarse nuestras almas, ahora mismo quisiera saborear tus labios y comulgar con ellos una vez más y otra más, es que besándote aprendí también a bendecir a la vida por juntarnos, por enseñarnos que aprender a querer es una tarea inacabable, como infinita mi sed de tus besos. Así, bendigo haber podido besarte cuando el rictus del dolor alguna vez ensombreció tus labios, tratando de hacer mía cualquier laceración que te agobiara, que te lastimara, qué bueno haber tenido cerca tus labios cuando la magia de la vida llegó a través de tu cuerpo pequeño y cuando no estuve cerca busque desdoblar mi alma para que rauda, lleve con mis labios besadores, mis palabras y promesas para amarte más, para reafirmar en tu ser, que camino con la aurora, que el amanecer nos descubrirá juntos una vez más. Cómo no comulgar tus labios frutales, si por no aceptar que pudieran ser un sueño, he trasnochado atesorándolos con tu cara bonita, tatuando en mi memoria su extensión, color y forma, pues las sensaciones que producen son tantas y siempre nuevas, imposibles de grabar ni aprender, igual son río caudaloso, que océano de orquídeas, panales interminables, fuentes de mi fortaleza, bálsamos de consuelo y ternura fuego abrasador de pasión y deseos. Y es que con los cándidos besos, llegó el lenguaje de nuestros cuerpos las caricias, el contacto, la curiosidad, por develar y descubrir que tras de una niña adolescente, había toda una mujer, una geografía virgen la incertidumbre de nuevos paisajes, la certidumbre de otras formas de nerviosismo que debía vencer para explorar y aprender a amar tus exuberantes parajes. No puede pasar el tiempo, cuando éste sólo sirve para multiplicar, para regalarnos más posibilidades, de que nuestros cuerpos se amalgamen, de que nuestras almas crezcan juntas, de continuar aprendiendo a amarnos más, de conseguir en la ternura y el consuelo dos fortalezas más para recibir los vientos, para enfrentar la nostalgia y minimizar las distancias. Que vengan entonces los años y sus noches, hemos abrazado instantes únicos, que están grabados en nuestras almas, que trascienden a los calendarios. La sonrisa y nuestro calor viven en nuestro baúl de tesoros, también los sueños y las ilusiones innúmeras allí, no pueden llegar sus huellas vanas, vengan entonces los lustros y las décadas, ¿Qué importa si vienen?, Somos felices. Hemos derrotado tantas veces la distancia que no importa si son millas o miles de ellas, nos ha permitido sí, saber cuán amplios y fuertes son nuestros lazos hemos podido conocer desde donde sea, que hay un mismo cielo y una misma luna que nos cobija y nos une con tan solo cerrar los ojos y añorar un beso, con tan solo recordarnos juntos y escribirte un verso, con tan solo abstraer tu embeleso. Aún el tiempo camina derrotado, cabizbajo, nos ha visto crecer y mantener el paso, ha vivido todas nuestras estaciones: el florecer eterno de la primavera en tus rasgos perfectos, tu vientre y la luna, los veranos inquietos en tu risa loca en la luz vigía de tus ojos lindos, en los otoños que agitan tu cabellera en el calor intenso de nuestros inviernos para ignorar el frío, la nostalgia y la tristeza. No hay pues distancias imposibles, no existen períodos lo suficientemente largos que puedan hacer aciagos nuestros días, la muerte solo llega con el olvido y ese, es un planeta desconocido, para quienes amamos, para quienes vivimos, no se puede entender de otra manera la vida si no es amando desde cualquier punto de este universo pequeño y a cualquier edad que nuestro ser lo decida. Para amarte a cualquier edad y distancia, basta que pueda respirar, que mi cerebro funcione y que en mis ojos empiece una sonrisa cuando te veo, basta la luna cobijando mis delirios y mis desvaríos de infatigable juglar, basta mis manos pretendiendo dibujarte, basta que la lluvia caiga, que llegue el trino vagabundo de cualquier ave, basta, que amanezca una vez más. |
Poeta
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Felicidades por ese amor tan puro, tan n[itido, un amor a prueba de fuego. Saludos, Miltinho. Claudia Alheli Castillo
Gracias Claudia querida; creo que cada uno tenemos una historia de amor por contar, lo que importa es que lo hagamos y que de esa manera entreguemos también m´ças corazón al describirla, gracias por tu apreciación, un abrazo...