Poemas sociales :  Tiempos de Abril
POCAS COSAS

Que la nada no sea desventura
que la quimera no sea tan ajena
a este tiempo de pensarte más
con pocas cosas sin tanta aventura.

Creciendo como la arena en marea
con burbujas veloces y escondidas
se pierden mis pies en tu mar
con pocas cosas siempre se puede amar.

Retorno al ancho horizonte que va
en sombra y calor por tu eternidad
beso tus silencios angustia y necedad
con pocas cosas se puede esperar.

La ciudad sin brillo y algo lejana
se avecina sin tiempo y confundida
quiero amor y dolor y se queda la vida
con pocas cosas siempre se puede luchar.

Pocas cosas siempre están para más
como para ir hacia la última vía
de tus besos y tantas lágrimas caídas
enlazar la ternura y llevarla bien arriba.

ABRIL SIN PRESAGIOS

Cambia la palabra
del tiempo atravesado
que llega por la
mañana cuando
me levanto con la manos
sobre la cama vacía
que no cerca
ninguna frontera
salvo la ventana
abierta que no
se queda para
probarla por el
costado de su cintura.

Cambia la esperanza
eternamente a fin
que no permite
espacio en ruinas
porque somos
parte de ella sin
ser sus hijos
menos el
preferido amor
que despierta
con el viento suave
cuando duerme
cada tarde en
el mes de abril.

Cambia el dolor
de los desvelos
cotidianos en
la espera de
cualquier deseo
por la vida.

INQUIETUDES AL PENSAR

No me gustan las rosas
pero menciono al clavel
no me gustan sin espinas
pero la azucena me acompaña
y en este avatar de presente
no llevaré ninguna flor
sólo el sabor de la montaña
de sus lianas con hormigas
de las hojas que se caen
con la lluvia que arrecia
cuando cubre un relámpago.

No me gustan los desdenes
mas la tierra firme elige
si vigilo la ensenada
preguntándole al sol
si ilumina el todavía
o si el futuro viene
sin la prima como el hambre
o con las manos prohibidas
malgastados por la furia
de cada tierra encendida
con lunares en la frente.

Yaciente como la hiedra
maltrecha por los tajos
no me gustan los días
inventados por algunos
que cada vez editan
si la conciencia existe
o qué promisorio será
encontrar al sospechoso
que archiva las caricias
en la flor o en el fusil
que siempre tiene espinas.

DESPUÉS DE LA LLUVIA

Realidad lacerante a cuatro
esquinas con pensamientos
que llevan un paréntesis
con la tentación de vivir
o mejor sobrevivir rebosantes
casi continuamente desposeídos.

La espiga del trigo fresco
las trenzas de tres caminos
y cualquier piedra en azar
avecina un duelo con destino
pero la pena pródiga duerme
sin pretextos ante la promesa.

Al lado de la choza habitada
juega un niño con madera
arde el leño con la historia
grita el hombre en la cumbre
y en sobresaltos de los sueños
un espanto oneroso llega.

Allá en la otra fila montañosa
despierta la nube y oscurece
¿llegará la lluvia a ese entonces?
cobijándose entre paredes mira
mas una mano libre se desliza
y siente gota a gota le mañana.

El horizonte se despeja
las golondrinas vuelan por doquier
y algunos pájaros sin temor
saltan y pelean con los grillos
y él con los ojos sin espejo
se levanta junto al caracol.

CITA CON LA LUNA

Una noche con luciérnagas
una noche con el búho
y noches como tantas noches
con el jolgorio del verano
mis versos se desordenan
mis amores se distancian
sin permiso del río grande
sin premura de la alerta
que transporta y divide
cada piedra del camino.

Esta misma noche compañera
aferraré mis manos al huaro
miraré corrientes sin frontera
arriesgaré la luna por la trocha
y en corales encendidos llegaré
a la otra orilla sin respiro
me sentaré para mirar la bravura
de tantos metros divididos
y en coraje por el barro de olor
no te encontraré si me demoro.

Allá en los cafetales y su flor
percibo tu aroma con arroyo
imagino si me esperas todavía
y el crujir de mi caída
me absorbe en el dolor vedado
que sin parar con el rostro decaído
llego al camino confortable
y no arrastrando mis pies cansados
me despabilo con unos pasos
y antes de todo ya no existes.

VÉRTIGO DE OTOÑO

Indagando como una estación
recorro cada parte del misterio
de todos estos años envueltos y
dormidos que no terminan nunca
ni siquiera con el eco transitorio
menos con la seña del adivinador.

Habrán caído todos los tiempos
incluso aquellos que eran nuestros
cuando cada noche acariciábamos
nuestros abrazos a fuego cercano
mostrando nuestras sombras claras
sin temor de pensar en todavía.

Pero el invento cercano de un jamás
llega como toda golondrina azul
trayendo rumor de lluvia y rayo
mostrando sus alas al vuelo futuro
y fusca con el viento del oeste
salpica la lágrima con después.

Promisoria mirada al afán continuo
conduce una frugal trasgresión
al ser que con cualquier nombre
duerme en silencio por la noche
olvidando perentoriamente el desvío
de todo aquel que sueña a solas.

Mientras tanto otro en alguna parte
recupera en racimo todas las ideas
mece en sus manos con las hojas secas
un cálculo a todo amor tangible
que llega con vértigo de otoño
a emprender bosquejos y caricias.

PERIFERIA EN GRATITUD

(A Roberto, Abad, Carlos,
Antonio,Zancudito,Dan, JL,
Elvis, Saravia y Jeiner.
Mis hermanos ya muertos
en el intento)

¿Cuántos sienten y ven bajar los años
como rompeolas ante este litoral
que portan promisorias caricias y
elocuentes mensajes de esperanza?

El desgarbo de este tiempo hermanos
muerde su amargura con el asfalto
y cuando pienso sobre esos afanes
como todo el mundo sobresalgo
aferrando mis manos al primer silbido
de la energúmena avenida bulliciosa
y completando el paso favorable
a los tiempos edictos por vosotros
voy asomando mi frente en libertad
a ser tú o más cuando ya no existen.

Recordarán algo en alguna parte
que al pasar de tantas lunas
la calle estrecha que nos abrazaba
cada tarde con amor a ellas
quienes con sus ojos cambiaron la ruta
pero nunca la demanda del lugar
que crecientes preguntaron alguna vez
sobre la armonía de los años ausentes
y de la periferia de nuestra gratitud
a cuestas de afinar cada recorrido.

Ahora toda palabra ahoga su sed y
quisiera que alguna seña nos acepte
en el paisaje de ciudad marginal
donde todos los enemigos nunca
descansaron hasta vuestra tumba
y volaron por los aires los dilemas
menos el recorrido migratorio
de soñadores con nombre sin espanto.

DOS PALABRAS PARA TI

Caían las primeras hojas del otoño
y las calles agitadas como serpientes
de cemento me hacían imaginar
el recorrido que harías hasta mí.

Para esa época yo era como hoy
casi igual con las palabras de arena
peregrino sin sosiego pero con equilibrio
tú una diosa con el tiempo castaño
llevando una mirada sin rasguños
para cruzar lo recóndito de este mundo
donde en el todavía ya te admito
como la azucena que me espanta
pero en fin sin lágrimas sólo tú.

Los días habían pasado con sigilo
yo distante deshojando mil barrotes
y tú pensando si era exacta mi existencia
pero la eternidad de mi viaje imprevisto
a través de la costa sin libertad
haría un imposible pero no eterno.

Cada día sin exactitud y en el azar
la nostalgia se apoderó del anhelo
tú creías en el mañana sin apuros
y yo en el instante sin retrocesos
todos los días me pensabas a frontera
y yo aún no te había visto dividida.

Llegué a la voluntad de mis enemigos
y como si fuese el final entre las lianas
con hojas amarillas en troncos añejos
la estación me daría un vértigo plausible
tú sentada en una cama mirándote
al espejo adornado con figuras infantiles
esperabas al caminante de los días
ahí con el anaranjado desdén de sus
acabados miedos con cortinas azules
alargó sus brazos y abrazó tu mundo.

¿Quién pensaría en las miradas quietas?
en los cabellos desordenados y húmedos
en los labios que tumbaban primaveras
o en el café inolvidable que aún sostengo
con este pensamiento que me adormece.

Quién de nosotros creería al poco tiempo
que enamorarse estaba prohibido
las reglas del destino caen a cuentas
y cualquier estrella nos resguarda
porque llegan los tiempos que son limpios
y uno no se desvía si anda atado a ella.

Pasaron los desórdenes de los nudos
atando nuestras preferencias sin limite
no regresaste a pesar que te esperaba
no te entendí pudiendo entenderte
así en viceversa somos el mañana
tú serás primavera en los crepúsculos
yo el naufrago que se queda besando
este piélago que algunas veces sabe
a miel con trigo triturado en una piedra.

Retornaste un día porque labraste olvidarme
acepté verte porque no pensaba mentirte
regresaste porque eras una luciérnaga
y yo la noche fresca que te hacía falta
así pasó la mañana y destrozamos
la segunda barricada con espasmos
tú al frente mío con el delirio grato
yo con el deseo montañés encendido
mordí los planetas con tus senos dulces
y nuevamente me hiciste casi un dios.

Caín las horas y comenzó la partida
nada fue prohibido y nos olvidamos
que el dolor no existía en ambas partes
quebré el rito con tu conciencia azul
y mordiste mi premura queriéndome
pero quizás ya estábamos andando.

Los intentos fueron tantos y tuviste el tuyo
te arrinconaron y dejaste la leyenda libre
yo fui encontrado y casi comparezco
como un inolvidable ausente sin camino
pero desde ese día cambiamos rumbos.

Pasaron los tiempos uno tras del otro
llegaron unas cuantas aproximaciones
y hoy cuando me siento casi libre
dejo de ser libre por el frío acelerado
pero tú llevas desde hace varias lunas
un color entre tus dedos sin frontera

No seré el errante cándido que en carencia
recorre llanuras verdes en corceles blancos
sólo crearé el idilio entre dos destinos tensos
sabiéndome ser un minúsculo mensajero
que con ardor premia a todo encanto.

Llegaré sin pan pero resurgido en ti
aún cuando las espadas de los vivos
me liberen de tu imperio sin albur
soñaré aún cuando sepa que existes
al lado de la otra orilla sin tregua
esperando toda lluvia con relámpago.

Ella hoy corre y te da besos de pan
lo escucho y digo en el tiempo eres tú
él llora junto a su madre y por poco
mis lágrimas se avecinan en agosto
son nuestros hijos y son el mundo
y los mundos nos erigen algunas veces
diversos nudos en la garganta sin castigo
porque son inmensos en amor y libertad.
Poeta

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