Poemas : Canción, balada, no sé... |
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Canción, balada, no sé…
Tan solo, imagina la brisa recorriendo la floresta, el trinar incesante de todos los pajarillos, haciendo la introducción de esta singular canción, que complemente como notas de requinto, el acelerado palpitar de este loco corazón y como pausas exactas, todas aquellas palabras anudadas para siempre en el sin fin de la nerviosa garganta. Y es que el silencio y la quietud, son parte del ritmo y del movimiento, ¿de qué otra manera podría entonces? encontrar en la solitud el espacio preciso para disfrutar estos arpegios a fuego lento, para explorar en el aire, la nieve, el agua, con los ojos secos de ansias, de formas, con las manos anhelando atrapar aquella cadencia exacta que conjugue: el batir de las olas, el suave mecerse de la arboleda toda, del delirante encanto de tus caderas en febril movimiento. Imagina, ingresar muchos violines con sus acordes inundando como cielo claro, mezclándose en extasiante embrujo con las taladrantes notas de un piano, dejando el ínfimo espacio para la voz: ronca o ligera, suave, alta, no importa, si se entremezcla como agua cantarina, que llega desde distintas fuentes para arrullar un mismo remanso, para ser muchas de esas gotas desbordando en una especial catarata de sonidos para ti. Imagina que hay un fondo de compases que desde quenas, flautas y saxos llegan para levitar el alma y llevarla a perderse en el universo, en tan solo un instante, hasta que un tropel de platillos, bongós y tambores consigan esa nueva pausa de estallidos, para un nuevo interludio de la voz, que diáfana llega para acariciar y deletrear ensoñadora lo que soñaste corear liberando sin compasión todas las ansias. Que se vuelquen en creciente intensidad el romperse de las olas, el viento jugando a través de todo y con todo silbando y volviendo a jugar con sonidos en variedad, y el coro que soñaste ahora multiplicado ingresando pegajoso en todo tu entorno, tarareado por quienes tienen voz y mecido por cuanto existe, haciendo suya tu canción; entonces suelta toda tu voz, que se descargue con toda su potencia, con el encanto y dulzura que acaricia, con el tesón y la determinación de sentirte viva, de ansiar amar y recibir amor a raudales, de siempre soñar, volar y cantar… cantar siempre, siempre cantar… |
Poeta
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