Poemas :  Amante moza y esposa hermosa
Amante moza y esposa hermosa

1
Sueño como si estuviera en el desierto, acalorado, asoleado y sediento
No sé qué es lo que realmente quiero, amo y apasionado siento
Voy como brisa huracanada, que arrastra el desorientado viento
A la una la veo en la alcoba, en el comedor y a la otra en el agitado aposento
Las quiero a las dos y deseo sus amores o perder la vida en el intento
La una es un pétalo de rosa, que alegra mis agitados versos y los poemas de mis razonamientos
La otra es una borrasca huracanada de sexo ardiente, efusivo, agresivo y violento
La una es mi luna esplendorosa que ilumina el hogar, la comida y el alimento
Le hice un altar, una boda, una bendición y un juramento
La otra es un arsenal de pasión, de guerra sin cuartel de sexo arrebatado y polvoriento
La una es atractiva y placentera que me pone pálido y nervioso con su encantamiento
La una es un jugo sabroso, como el vino espumoso, agradable y delicado en sus movimientos
La otra es una cerveza, es un licor, es un cigarrillo de cantina y bohemia, de lujurias, de miedos y sufrimientos
La una es una agradable melodía y la guitarra para mi acalorado instrumento
La otra es un rock desordenado de luces y humos al aire libre sin campamentos
Es una vestimenta estrafalaria sin miramientos y mi adorado tormento.
2
No sé qué hacer, ni a donde me llevan mis dos adorables y exquisitos amores
La una me desvela el alma y desgarra del interior las energías de mis sudores
La otra me rompe el corazón, sangrando a borbotones mis ardientes dolores
Es la musa de mis versos y el bello arcoíris y la llovizna de mis temores
A la una la quiero tanto, que nací para quererla por sus ojos gachos encantadores
La otra con sus ojos saltones y miradas de picardía, la hacen la presa de mis brazos de cazadores
La una es mi jardín florecido y el pétalo dulce que el colibrí chupa el néctar que con ganas devores
A la una la tengo siempre a mi lado como el relámpago que ilumina, como si huyera de los rumores
A la otra la siento tan cerca y a la vez tan lejos, como los rayos de la luna y sus esplendores
Es como una llamarada ardiente sin pena, sin vergüenza y sin pudores
Entre las dos me llevan al matadero y al precipicio del infierno, con el pecado, sin confesión de los soñadores
Voy como caballo sin jinete, asustado y desbocado, con gritos desgarradores, de miedos amenazadores
3
La esposa me da paz, amores y el regazo de su pecho, con emociones y tranquilidades
La otra es tan fiera, que hace del sexo rugir entre sombras miedosas de las oscuridades
La una despierta mi conciencia con sus delicadezas y curiosidades
Me llena de trabajos y quehaceres añorando el precio de las necesidades
La moza solo pide emoción, pasión de fuego y del sexo arrebatado, como huracán que lleva la borrasca a grandes velocidades
Vagabunda y andariega de fogosidad y delirio, dejándome agotado pálido y ojeroso, tembloroso y con debilidades
Hay veces que siento que estoy enloqueciendo o cayendo por un abismo oscuro y tenebroso en sus profundidades
No me alcanza el tiempo para complacerlas a las dos con todas las energías de mis habilidades
La una de amor furtivo y placentero, la otra de beso seco, como invierno sin abrigo para sus frialdades
La otra de euforia y lujuria, delirio y fogosidad, tizón encendido de llamaradas de pecados y maldades
La otra es un bálsamo de sociedad, de hipocresía, de modales y solemnidades
La otra es atrayente, sexual, pasionaria y salvaje, sin candados, ni cadenas, ni orgullos ni vanidades
De hechizos y pócimas, de ungüentos de lenguas de fuego con su sexo lleno de barbaridades
La otra es el consuelo y dulzura como orquídea primorosa delicada y de aromas como diosa de las divinidades
De prudencia y reflexión, es un acorde, es una melodía, es una sinfonía de confianza y honestidades
Es fábula, madurez, alborozo, calmante y devoción hasta en las intimidades
Paraíso y vergel, loción, fragancia y frescura, sexo y arrebatado, lenguas de fuego, vida endemoniada de pasión y crueldades
Hay veces que refrescan mi alma y agitan mi espíritu, me dan tranquilidad de miedos y espantos, acelerando mis temeridades
Otras veces siento que voy a reventar el interior de mi corazón con el pálpito de mis tenacidades
Perdóneme Dios Santo, por quererlas a las dos a la vez, con amor, pasión y ahínco en mis clandestinidades
No quiero partir, ni morir y dejarlas allí a las dos a la deriva por la emoción de mis terquedades
Siento que estoy perdiendo las fuerzas y las energías, la pasión y a luz que iluminaban mis tenues luminosidades
Antes de morir quisiera tenerlas a las dos y dejarles en sus bocas mi último aliento y que el tizón ardiente, esfume en remolino mis secretas infidelidades.

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla- Bucaramanga enero 22-2023
Poeta

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