Poemas : Te estás quedando mujer |
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Te estás quedando mujer
Te estás quedando mujer, te estas perdiendo y quedando Pasó raudo el tren y tus maleas se las están llevando Y aquí sentado, con una sonrisa te estaré esperando El tiempo viene y pasa y tu sombra aún sigo recordando Miro al cielo y por ti, unas oraciones en silencio estoy rezando A paso largo, solitario y sin tu compañía, por un camino árido voy caminando La soledad y la tristeza, sin alientos y sin fuerzas, todo se me está acabando Fuiste una nube de verano, que me dio sombra y hoy a lo lejos se está esfumando Te estás quedando mujer y tu sonrisa sin eco a lo lejos se está silenciando Ya no duermo, solo pesadillas, que en sueños me sigues atormentando Es un vaivén, que va y viene y en la oscuridad, la herida sigue sangrando Amanece una vez más y el canto del gallo mañanero, me sigue despertando El espanto de tu amor, en las tinieblas me sigue silencioso observando Te estás quedando mujer y yo aún en medio de la soledad, te sigo amando Te está quedando mujer querida sin mi presencia Te amé y te adoré desde bien adentro de mi alma y de mi existencia Eres un jardín florecido y una bella rosa y yo el tallo espinoso sangrante por excelencia Un riachuelo nítido y transparente y yo la creciente, que inunda tu paciencia Fuiste mi carcelera y mis barrotes y el pecado de mi penitencia Te estás quedando mujer, sin mis versos, sin mis poesías y sin audiencia Me dejaste a la vera del camino y tu ganaste la meta de la competencia Te rodearon otros quereres, otros complacientes amores y me pagaste con tu insolencia Te llevaré las mejores orquídeas, los perfumes y fragancias para tu complacencia Te estás quedando mujer, con tu orgullo, hiriéndome con la soberbia de tu imprudencia Tírame, aunque sea una mirada, para el alivio sepulcral de mi supervivencia No te pido, ni amor, ni pasión, ni emociones, ni perdones, ni clemencias Sólo pido, que vengan los vientos fuertes huracanados y me arrastren con sus turbulencias Te estas quedando mujer y no has sabido leer, el honor de mi sapiencia Te estás quedando mujer, agitando la seducción de los ardientes corazones Déjame admirarte toda bella y radiante, cuanto desafiante, te asomas por los balcones Escuche, por instantes las melodías y las reflexiones que hice para ti, con mis versos hechos canciones Olvidarte, es solo recordarte en el horizonte oscuro, de mis terribles imaginaciones Pasionaria de amores, que nunca escuchaste los fantasmas de mis preocupaciones Me cercenaste con tu desprecio, el aire puro para mis lánguidas respiraciones Martillaste el último clavo en el cajón mortuorio, enterrando para siempre mis amores y mis desesperaciones “Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga junio 24-2022 |
Poeta
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