Poemas :  Tumba olvidada
Tumba olvidada

Tumba vacía, sin doliente, triste y olvidada
Por nadie visitada y sin eco de la montaña, sus quejidos escuchada
Tumba vacía, lóbrega, llena de maleza, de hierbas y matorrales rodeada
Desconocida y sin nombre, del silencio lúgubre callada
Tumba vacía de espiritualidad, de aquel cuerpo afanoso deseada
Relegada al olvido, sin lápida y del sepulcro arrinconada
Tumba vacía de soledad y tristeza, sin lágrimas, ni llantos, llorada
Lugar silencioso donde descansa el difunto, que la vida lo llenó de recuerdos, soñada
Tumba vacía, cámara de tierra suelta y de sangre manchada
Donde yace de la catacumba, su galería triste y abandonada
Tumba vacía, llena de incertidumbre, de fosa y sarcófago inclinada

Tumba sagrada de las sepulturas escalofriantes, en noches de espantos y oscuridades
Causa miedo y pánico ver una tumba vacía, relegada y abandonada en sus soledades
Ser que no le dieron importancia, sin mausoleo, el ego maldito de las sociedades
Tumba vacía y tristemente olvidada, sin credos, sin rezos, sin letreros, ni identidades
En un cementerio relegado y abandonado, lejos de sus bondades
Tumba olvidada, del pobre miserable, sin arreglos, ni vanidades
Sin mausoleo, sin jardines, sin flores y vacía en sus solemnidades
Tumba olvidada, que no mereció que su inquilino fuera en ataúd, ni cajón mortuorio, para que alojara sus calamidades
Panteón sin nombre, bóveda solitaria y vacía, llena de espantos y frialdades
Tumba olvidada, donde el alma voló rauda hacia el infinito de las eternidades
Donde anida el cuerpo hecho polvo, sin pobreza, ni riqueza, ni alarde de sus mezquindades

Tumba olvidada y vacía, sin lápida, sin sepultura, sin nombre, ni reflexiones
Sin cripta, ni mausoleo suntuoso, sin guardar cupo para otras generaciones
Sin cruces, ni agua bendita, solo una tumba hueca y vacía, sin riquezas, ni posesiones
Desmantelada, fría y raída, llena de roedores, pecados y maldiciones
Tumba olvidada, sin parientes, sin coros de oraciones
Descuidada y desprotegida, sin barrotes, ni gritos, ni llantos, ni explicaciones
Abandonada, solitaria y triste, sin orgullos, sin devociones, ni humillaciones
El cuerpo hecho polvo, lo arrastró el viento, dispersándolo por doquier en las vegetaciones
Solo quedó allí la tumba fría, lóbrega y vacía, sin dolor, sin miedos, ni desolaciones
El tiempo pasa y la historia olvida, hasta la tumba olvidada, llena de espantos y supersticiones
En las noches oscuras y tempestuosas, se escuchan voces de ultratumba, que salen de la tumba hueca, olvidada y vacía, llena de pavores, terrores y alucinaciones

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 17-2022
Poeta

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