Poemas : Solitarios versos. |
|
---|---|
Ella siempre soñaba, que un día él regresaría y le diría:
Estoy trabajando por nuestros sueños; armando esa nuestra casa con empeño, con paredes de nubes de terciopelo y ventanales grandes para que circule el viento, trayendo el trinar del jilguero, y sin techo para que nuestro amor coja vuelo y la luna plata sea testigo del encuentro de dos seres que los ángeles unieron. Le cantaremos al amor que hay en nuestros centros y la divinidad del cielo hará caer llovizna de te quiero con el rocío de esperanza que baña nuestros cuerpos, será la energía que mantenga nuestro amor eterno. El mar con sus olas y caracolas, será el arrullo que avive la llama en nuestros centros y su brisa salobre refrescará nuestras mentes, para que nazcan los versos del amor presente; robaremos luceros y estrellas, para que alumbren cada recoveco de nuestra vida bella; el dolor del alma nunca lo sentiremos, porque en nuestro hogar nos abrigaremos. Con la brisa suave de verano, otoño o invierno, nos elevaremos, cual suave pluma que busca el cielo y con la primavera anidaremos los anhelos; entre flores blancas y mis rosas rojas de terciopelo. Nuestras manos unidas por amor sincero, serán el engranaje que una nuestros cuerpos, con pasión de aroma sempiterno más la ternura que de tus ojos obtengo, alcanzaremos esa luna plata y recorreremos la bastedad del universo. Amarte día a día y penetrar tu centro, tocar tu cuerpo y sentir tus deseos, es lo que mi espíritu pide para tenerte por completo. Mirar tus ojos y entrar a través de ellos, descubriendo todos tus secretos; esos secretos que guardas con celo y que son míos porque los conozco y sé que estoy en ellos. Volarás en mis brazos con pasión y fuego, acentuando los aromas que nos da el amor y el tiempo; y las lágrimas que derramaste cuando estaba lejos, serán perlas con las que adornaré tu cuello. Eres el amor que me llena por completo; mujer hermosa de sueños inquietos, mujer bendita de alas blancas y alma rosa, estoy aquí para beber la vida de tus besos. Ese era su sueño; despertar un día recostada en su pecho sintiendo su aroma y besarlo por completo, anulando la distancia que los separaba hace tiempo y hacer del amor un hogar eterno. Se quedó con su sueño; guardado en lo recóndito de su centro, sacándolo de cuando en cuando para escribir sus solitarios versos. Yamila. |
Poeta
|