Poemas : La casa del diablo |
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La casa del diablo
De guerras y batallas, de civiles, de soldados y generales De gobierno centralista conservador, contra insurgentes liberales Donde el más avezado, se atrincheraba rompiendo los cristales Guerra de los mil días, muerte de humildes y de otros criminales Batalla de Palonegro, sudores de perdigones, de llantos infernales Campos bañados en sangre, de lágrimas de terrores fantasmales Casa de teja, convertida en foso y guarida, de artillería y cañones En hospital de paso, de masacres, de curaciones y operaciones Localizada en la loma de los muertos, de gritos desgarradores de sus desesperaciones En tierra de nadie, enarbolando la bandera del bullicio y sus revoluciones Donde el diablo atiza el fuego, la envidia y el poder, crueldad de sus traiciones Casa de teja, convertida en el tiempo como tierra de camposanto Llena de miedos y alaridos, de lucifer que arrastra su espanto Edificación en ruinas, pero que aún conserva su belleza y encanto Mansión colonial antigua, de dolores y quejidos de sus quebrantos Casa del diablo, de paredes anchas de tapia pisada Techo de tejas de barro y pisos de ladrillo cocido. manchada y sangrada De corredores y zaguanes amplios, de sombras y temores extrañada De aposentos lúgubres, de terrores y pánicos, de sepulturas de lucifer visitadas Puertas y ventanas que chirrean escalofríos, de silencios de ultratumba rodeada De entierros y guacas, de tumbas, de sacrilegios profanadas Donde lucifer hace presencia, de estremecimientos de ruegos, de llantos exclamada Casa del diablo, de cocina de leña, de tizones y carbones En la loma de los muertos, pidiendo sus almas que nunca las abandonen De ruidos extraños que agitan y paralizan de infarto los corazones Monumento al pavor, al terror, llena de horrores, sorpresas y revelaciones Donde satanás, con su demonio de carcajadas y adefesios burlones Casa del diablo, monumento en ruinas, que se cae a pedazos Donde aún se escucha en las noches, los puñetazos y uno que otro balazo Donde se divisa a lo lejos en la loma de los muertos a lucifer sentado y cabizbajo De la cocina de leña, en las noches de luna llena, salen llamaradas y fogonazos Los que visitan la casa grande de lucifer, sienten en sus espaldas arañazos y latigazos Es el mismísimo diablo y su demonio, que lleva a rastras los muertos y sus almas en su espinazo. “Joreman” Jorge Enrique Mantilla- Bucaramanga sep 15-2020 |
Poeta
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