Poemas de tristeza : Gélida normalidad... |
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La pandemia nos alejó impasible,
de esa manera nuestra de ser, de abrazarnos de estrecharnos, del contacto que te hace sentir, que tú importas, que te quieren; ninguna tecnología igualar podrá a percibir ese calorcito, la ternura y aquellas indescifrables emociones que no hacen falta ser comentadas. Tu mano mi viejo amigo, estaba fría, pero había aún más taladrante frío, en tu inexpresivo rostro, divagando, perdido en dónde y quién sabe qué; el ambiente lóbrego de un hospital, conspira también, para congelar y casi trocar en imágenes fantasmales, todo lo que ya no puedes frecuentar. A este gélido ambiente sumaba más: la despedida… cuando logré tibiar algo, una de tus manos y ya sabías quien te hablaba tras mascarilla y visor, se nos fue el tan poco tiempo y tenía que salir… ¿cómo desatar nuestras manos si apretabas más la mía? ¿Cómo reeditar otro adiós? Un frío profundo se apoderó de mí alma, inundó mis huesos, congeló mi rostro y no sé cómo logré salir, en el pasillo, se sumó la desolación, la impotencia y ese letargo mudo y lacerante de terrible incertidumbre, entre los escombros, abrace sin más restos de esperanza, para jurar volver. |
Poeta
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Terribles días estamos viviendo amigo, ésta vez no sabemos si la próxima semana aún estaremos por acá. Yo trato de olvidarme de la desgracia que nos asola, tratando de escribir al amor, a la vida, a la naturaleza... pero todo se vuelve tan duro,las palabras no fluyen, porque solo hay tristeza por el futuro incierto.
Ésta vez me está doliendo la vida, porque la estoy viendo pasar a distancia.
Me pasé tres meses lejos de mi casa pero ya es hora de volver. Ojalá que todavía no se me pegue el virus, para seguir escribiendo.
Un gusto saludarte querido amigo y cuídate, cuídate mucho por tu bien y el de los tuyos.
Muy doloroso tu escrito, siento mucho que hayas visto partir a un amigo cercano.
Recibe mi abrazo fraterno, siempre tuyo: Delalma.
Gracias por tu siempre grata compañía estimado poeta amigo Delalma; realmente escribí esto después de visitar por fin después de 6 meses a mi padre, que está interno en un hospital de cuidados paliativos; hubo mucha carga de emociones por su estado crítico y al final no podía separar mi mano de la suya... Bueno esas son las cosas que no pueden dejarse de escribir, aunque duele siempre hacerlo. Cuídate por favor poeta, estamos leyéndonos, un abrazo...