Poemas : SE APAGÓ EL ASTRO DEL DÍA |
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SE APAGÓ EL ASTRO DEL DÍA
Autor: Alexandr Pushkin Rusia 1799-1837 Poeta y novelista . Perteneciente a una familia aristócrata y acaudalada, recibió una educación con marcada influencia de la lengua y la literatura francesa. En 1817, mientras ocupaba un cargo oficial en San Petersburgo, trabó amistad con intelectuales de la época, participando en grupos literarios clandestinos de oposición al régimen zarista, razón por la cual fue obligado a exiliarse en Ucrania y Crimea. De esta época datan "El prisionero del Cáucaso" 1822, "Los hermanos bandoleros" 1822 y "La fuente de Bakhcisaraj" 1824. Destaca la novela en verso "Eugenio Onieguin", "Boris Godunov", "La dama de picas", "Poltava", "Relatos de Belkin". Esta obra es versión de Eduardo Alonso Duengo. Referencias útiles son: https://es.wikipedia.org/wiki/Aleksandr_Pushkin https://www.youtube.com/watch?v=gu6PKtzkJJA Se apagó el astro del día... Se apagó el astro del día; el mar azul cubrió la niebla de la tarde. ¡Restallad, restallad, dóciles velas! ¡Encréspate a mis pies, lúgubre océano! Contemplo las orillas apartadas, el mágico confín del mediodía; Voy hacia él con emoción y angustia, embelesado por recuerdos tantos... siento que afloran lágrimas de nuevo hasta los ojos, y me hierve el alma y deja de alentar; en torno mío Un sueño familiar revolotea. Recuerdo mi amor loco del pasado, todo cuando sufrí y cuanto fue bueno, torturador engaño de esperanza y deseo... ¡Restallad, restallad, dóciles velas! ¡Encréspate a mis pies, lúgubre océano! Vuela, bajel, condúceme a lejanos parajes, al capricho de los mares, engañosos, mas no a las tristes costas de mi brumosa patria, de mi tierra donde por vez primera mis sentidos ardieron inflamados de pasión, donde las tiernas musas me sonrieron en secreto, donde entre tempestades Se marchitó temprano mi perdida juventud, donde alígera alegría me traicionó, y el corazón helado entregó al sufrimiento. En búsqueda de nuevas sensaciones de vosotros huí, paternos lares, de vosotros, alumnos del deleite, efímeros amigos de mi efímera juventud; y vosotras, confidentes de mis pecaminosos extravíos, a quienes sin amor sacrificara reposo, gloria, libertad y alma, y vosotras, a quienes he olvidado, jóvenes traicioneras, misteriosas amigas de mi áurea primavera, y vosotras, a quienes he olvidado... Pero del corazón la antigua herida, la honda llaga de amor, nada curó... ¡Restallad, restallad, dóciles velas! ¡Encréspate a mis pies, lúgubre océano!. |
Poeta
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Gracias por compartir tan bello escrito Joel.Un gusto poder leerlo.Saludos Cordiales.
SEHMSDORF notable y estimado Poeta-escritor: Agradezco su comentario atento y su presencia en este espacio. Es un placer compartir gustos artístico-literarios, como tener aficiones semejantes en este sendero del arte literario. Saludos con mi amistad y respeto.