Poemas : Es el mar, aquí está, y te impregna todo el alma |
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Es el mar, aquí está, y te impregna todo el alma
desde la última luz buena de espejo a aurora y desde el pabellón amado en los anhelos de algunos vientos suaves casi humanos y puros, igual que los amores y esperanza en la música con el total consuelo de la estival fragancia; así es tu caudal, mira manecillas del sueño dibujadas al tiempo de las olas halladas con el instrumental lego de las flores blancas. Se expone en la alabanza la rama de las nieblas imprecisas y secas justo detrás del mundo, la ciudad disimula alguna tarde en tinieblas sin eludir letargo que la fama acarrea, al resumen ardiente de toda ceremonia limada en el encuentro del aire y el deseo de un verso de fortuna tan tierno y obediente sobresale en el cielo justo el último verso el monumento libre que silva desde el aire Conmigo es fácil siempre multiplicar encuentros ausentes de lisonjas conducidas al son de olores derramados en la rosa atrevida, se decora el invierno con algunos chichones de clavel y de águila sabiendo incertidumbre en el prado de la casa escrita entre los labios del diluvio pudiente hospedado en el escrito que te sigue en razón celebrando utilidad: bien sin vivir bien sin nacer la voz encendida, te sigue hasta la gloria de la fe y del amor oriente embelesado en arenas amarillas. José Pómez |
Poeta
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