Poemas : Tríptico conyugal |
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1.
Todos los días, junto a mí, lo mismo que la luz enclaustrada en el diamante: de día y noche amurallando instantes, de noche y día conjurando el sismo. Todos los días en el cataclismo de mi ser y las horas delirantes, hasta salvarme del humano abismo en que se hundió mi planta itinerante. Todos los días en el maremoto y el naufragio. En el alba y las tinieblas de mi lecho y el ángelus remoto….. Y las noches que son amor o nada porque los días con tus manos, pueblas y entronizas la paz reconquistada. 2. Toda mi soledad se hizo navío para seguir tus huellas emigrantes y la sangre también trocóse en río y el río se hizo cuerpo del infante. Anclada estás en cada sueño mío desde ayer, para siempre, desde antes que el llanto preludiara en el rocío mi nocturna canción de navegante. Te diste así, a mi efusión marina en fruto y flor y pájaro en la rama y fuego que en crepúsculo germina. Con Helena y Ronsard el tiempo hallamos. Somos hoguera en la infinita llama, savia y raíz en el eterno ramo. 3. Que he de morar en tí, y en cada rosa que tú siembres, morir de poesía; en el silencio y en la diaria prosa soy el heraldo de tu profecía. Llama que con tu incendio se desposa, ala que se desborda en sangre mía; hermana y madre y solidaria esposa, compañera en la noche y en el día. Yo te elegí entre todas las mujeres, país de amor y huerto florecido, lumbre del hijo en mis atardeceres. Adelaida de luna y terciopelo: ¡en la orilla del mar desconocido, toco en tus manos el umbral del cielo |
Poeta
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