Poemas : El tambor mayor |
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¡Qué cambio! miradle, es el cansado,
Viejo tambor mayor: Allá cuando el imperio florecía, Rozagante y feliz se contempló. Erguido, y en los labios la sonrisa, Orgulloso movía su bastón; Los galones de plata de su traje Brillaban deslumbrantes ante el sol. Cuando entraba en aldeas y en ciudad Entre alegres redobles de tambor, De niñas y mujeres se agitaba, Cual eco del redoble, el corazón. Llegar, ver y vencer fue su destino, Cual el del nuevo César, su señor; Y el llanto de las rubias alemanas Su rizado bigote humedeció. Preciso era sufrirlo; en cada tierra Que la planta del César dominó, Los hombres el Monarca sojuzgaba, Las mujeres hermosas el tambor. Pacientes, cual encinas alemanas, Mucho tiempo sufrimos tal baldón; Licencia al fin para librar la patria Nos dio nuestro legítimo señor. Cual del circo en la arena el bravo toro, Erguimos nuestros cuernos con furor, Y los cantos de Koerner entonando, Del francés sacudimos la opresión. ¡Canto terrible! sí; de horrible modo En los oídos del francés sonó; Y de espanto el espíritu invadido Huyeron el monarca y el tambor. El precio, al fin, un día hallaron ambos De su vida satánica y feroz, Y en manos del inglés, vencido y triste, Prisionero cayó Napoleón. De Santa Elena en el peñón desierto, Sufrió martirio, y penas y dolor; Tras sufrimientos largos é indecibles, De un cáncer del estómago espiró. Destituido, y sin amparo y viejo, La misma fue la suerte del tambor; Por no morir de hambre, el desdichado En nuestro hotel como criado entró. Él la sartén calienta, el piso lava; Y conduciendo el agua, en su dolor Sube con frente gris y vacilante La escalera, escalón tras escalón. Cuando mi buen amigo Federico A visitarme va, su buen humor No se priva del goce de reírse, A costa del rendido gigantón. ¡Oh, déjate de bromas, Federico! No es digna de un germano la misión De abrumar con sonrisas los caídos, Con mofas y con burlas el dolor. Tratar debes, amigo, tales gentes Con más respeto y más circunspección. ¡Por parte de tu madre, padre tuvo Acaso sea el mísero tambor! |
Poeta
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