Poemas : La carcajada del Diablo |
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I
¿Contento está el Diablo?... Contento está el Diablo. Prestadme mi lira que voy a cantar. Con Dios no me entiendo, con hombres no hablo; Que vengan mis almas, mis almas; ¡Ja, Ja! II Que el trueno refuerce mi ronco rugido; Que vibre mi pecho que roto no está Que no me enternezca del rayo el ronquido, Que el eco lejano repita: ¡Ja, Ja! III Luzbel me llamaba; conservo las huellas, De aquella imponente figura real; Mis ojos brillaban con lumbre de estrellas, Hoy dicen que hieren mis ojos... ¡Ja, Ja! IV Festejo mis bodas con ecos extraños, Hoy hace un minuto me echaron de allá; Hoy hace mil siglos que vivo mil años; Hoy hace mil años de siglos... ¡Ja, Ja! V Ayer esperanzas, recuerdos, delirios; Hoy sólo memorias, ya muertas quizá; Hoy sólo mis ojos parecen dos cirios Que velan mi propio cadáver... ¡Ja, Ja! VI ¿Te acuerdas, oh Diablo, cuando eras implume? ¿Te acuerdas, demonio, cómo eras allá? Tu voz un arrullo, tu aliento un perfume. ¿Te acuerdas de aquello? te acuerdas... ¡Ja, Ja! VII Romped con la mente, del cielo los tules, Dos puros luceros lejanos soñad; Así eran mis ojos, mis azules; ¡Dos puras lejanas estrellas! ¡Ja, Ja! VIII Mi faz irradiaba la luces del día; Mis labios se hicieron de rosa coral; Blancura de mármol, mi cuello tenía, ¡Blancura de mármol. mis alas!... ¡Ja, Ja! IX Hubiéranme visto cubierto de galas Llegar hasta el trono del mismo Jehová Hubiéranme visto rasgar con mis alas ¡Los puros espacios del cielo!... Ja, Ja! X Hubiéranme visto cuando era querube Mi diáfano undoso ropaje llevar De aurora que llega, de cándida nube, De noche de bodas, ¿te acuerdas?... ¡Ja, Ja! XI Hubiéranme visto, hubiéranme visto, Más bello que el ángel del huerto quizá, Allá cuando a solas llevárale a Cristo ¡La copa sin fondo y amarga! ¡Ja, Ja! XII Mi frente era altiva, mi aspecto era grave, Severas mis formas, grandioso mi andar, Mi pecho guardaba los trinos de ave, ¡Hoy guarda rugidos mi pecho! Ja, Ja! XIII De todos los seres fui el mas atrevido, Yo nunca soñaba tan pronto bajar: Yo nunca pesaba que fuera el olvido ¡Tan hondo, tan hondo, tan hondo!... ¡Ja, Ja! XIV Yo mando, le dije; y El dijo yo mando, Yo mando en mis Cielos, afuera Satán, De entonces no he vuelto, ni vuelvo, ni hay cuando Reciba su eterna caricia. ¡Ja, Ja! XV Por tanto a su trono tornar nunca pienso; No puedo ya nunca su altura escalar; Ni en forma de nube, ni en forma de incienso, Ni en forma de niebla, ¡de nada!... ¡Ja, Ja! XVI Ja, ja, de las almas que buscan un Cielo Y llevan un áspid para ellas fatal; Ja, ja de las aves que lanzan su vuelo Sin playas, ni oasis, ni espacio, ¡Ja, Ja! XVII En medio del alma lo llevo grabado, Su imagen serena no puedo arrancar; Y nunca pretendo volver a su lado, ¡Y un tiempo lo quise, lo amaba!... ¡Ja, Ja! XVIII El sér que a mí llega, por El siempre sufre; Comprende que nunca lo vuelve a encontrar, No hay tales calderas, ni plomo, ni azufre; No hay tales crujidos de dientes. ¡Ja, Ja! XIX Tan sólo en la ausencia mi infierno está urdido; Querer mucho y siempre, sin nunca olvidar, Querer mucho y siempre al Sér más querido ¡Sin verlo hace tiempo, ni nunca! ¡Ja, Ja! XX La ausencia es mi tema, la ausencia es mi trama, Con ese castigo soy duro y tenaz; Con ese castigo yo alejo al que ama, De todos los seres queridos. ¡Ja, Ja! XXI Mi reino es la ausencia sin tregua ni calma, No hay sapos, culebras ni ardiente metal; Mi reino es la ausencia de la luz en el alma, ¡Mi ausencia es la ausencia del alma!... ¡Ja, Ja! XXII Al diablo con esos amores malditos, Exclaman aquellos que van a olvidar: La ausencia, la ausencia sin llantos ni gritos ¡Es sólo el castigo que guardo! ¡Ja, Ja! XXIII Siniestra es mi danza, siniestra es mi danza: Yo sólo comprendo lo que es el jamás Y el irse por siempre la muerta esperanza ¡Como alma que llevan los diablos! ¡Ja, Ja! XXIV El diablo está herido, el diablo está herido, ¡Herido en el alma, no puede olvidar! Qué triste es la ausencia del Sér más querido. ¡Romped esa lira que quiero llorar! |
Poeta
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