Poemas : Como aquella otra |
|
---|---|
Sí, vecina: te puedes dar la mano,
esa mano que un día fuera hermosa, con aquella otra eterna silenciosa «que se cansara de aguardar en vano». Tú también, como ella, acaso fuiste la bondadosa amante, la primera, de un estudiante pobre, aquel que era un poco chacotón y un poco triste. O no faltó el muchacho periodista que allá en tus buenos tiempos de modista en ocios melancólicos te amó y que una fría noche ya lejana, te dijo, como siempre: «Hasta mañana...» pero que no volvió. |
Poeta
|