Poemas : FANTASMAS |
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Célicas legiones de hadas vaporosas
En vaivén gracioso van y van pasando; Son las ilusiones tenues, sonrosadas, Son los sueños níveos, impalpables, diáfanos. Llegan a mi oído y al pasar se inclinan. Himnos de esperanza quedo susurrando; Son las ilusiones, Los ensueños blancos, Que entre frescas rosas y espumosos lirios En bajel dorado, Suaves nos deslizan A través del mundo, ¡piélago encrespado! Arrojando flores Sobre los escollos que encuentran al paso! Son las ilusiones Los ensueños blancos, Son los compañeros, Los amigos dulces de los pocos años. Son las ilusiones Los ensueños blancos. Los celestes bandos de hadas vaporosas En vaivén gracioso van y van pasando, Himnos de esperanza Quedo susurrando, Son las ilusiones, Los ensueños blancos. Pero, ¡cosa extraña! Mis risueñas hadas Las pupilas ígneas abren con espanto. Aterrados huyen Los alegres bandos... Siento frío... tiemblo... Junto a mí se yergue Un fantasma raro, De pupilas negras, insondables, duras, De ambarino cutis y terrosos labios. Cúbrelo un espeso, Renegrido manto. Todo en él es frío, ¡hasta de sus ojos El fulgor extraño! Fuego incomprensible, que cegando hiela; Fuego inexplicable, que deslumbra enfriando; Viene a mí, se inclina; sus pupilas negras Sobre mí ha fijado, Mi aterido cuerpo Tiembla y se contrae en terrible espasmo. El fantasma oprime mi marmórea frente Con su dedo helado; Y fijando ahora su mirada dura En mis níveos sueños que ya están lejanos, Con desprecio y odio Agitado mueve los terrosos labios. Luego a mí se vuelve Y hacia sí me trae en estrecho abrazo; A mi oído acerca su nerviosa boca, Con acento intenso, convincente, trágico, -¡¡Mienten!! -dice- ¡¡Mienten!! -Luego me abandona Y se va, dejando En mi frente, impresa, La invisible huella de su dedo helado! ¡Pobres ilusiones! ¡Pobres sueños blancos! Ha pasado el tiempo Sobre mí; los años Con profundas huellas Marcaron su paso, Y jamás han vuelto Ni las ilusiones, ni los sueños blancos. ¡Pobres ilusiones! ¡Pobres sueños blancos! Es que aquel fantasma demacrado y frío Era el Desengaño; Y al tocar mi frente dejó en ella impresa la indeleble huella de su dedo helado! ¡Pobres ilusiones! ¡Pobres sueños blancos! |
Poeta
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