Poemas : El vampiro |
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Tú que, como una cuchillada;
Entraste en mi dolorido corazón. Tú que, como un repugnante tropel De demonios, viniste loca y adornada, Para hacer de mi espíritu humillado Tu lecho y tu dominio. ¡Infame!, a quien estoy ligado Como el forzado a su cadena, Como al juego el jugador empedernido, Como el borracho a la botella, Como a la carroña los gusanos. -¡Maldita, maldita seas tú! Supliqué a la rápida espada Que conquistara mi libertad Y supliqué al pérfido veneno Que sacudiera mi ruindad. ¡Ay! el veneno y la espada. Me desdeñaron diciéndome:. -No eres digno de que se te libere De tu esclavitud maldita. -¡Imbécil! -Si de su dominio Te libraron nuestros esfuerzos, Tus besos resucitarían El cadáver de tu vampiro. Versión de María Fasce |
Poeta
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