Poemas : La muerte de los amantes |
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Poseeremos lechos colmados de aromas
Y, como sepulcros, divanes hondísimos E insólitas flores sobre las consolas Que estallaron, nuestras, en cielos más cálidos. Avivando al límite postreros ardores Serán dos antorchas ambos corazones Que, indistintas luces, se reflejarán En nuestras dos almas, un día gemelas. Y, en fin, una tarde rosa y azul místico, Intercambiaremos un solo relámpago Igual a un sollozo grávido de adioses. Y más tarde, un Ángel, entreabriendo puertas Vendrá a reanimar, fiel y jubiloso, Los turbios espejos y las muertas llamas. |
Poeta
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