Poemas : Canción para iniciar un olvido |
|
---|---|
¿Y para qué quieres un tesoro sino para perderlo?
¿Y si no es para perderlo, para qué quieres un tesoro? Todo al ayer uncido. Lo único que tengo es lo perdido. Propiedad absoluta del pasado. Conciencia de haber sido y no ser más que aquel instante bello y preterido. Yo soy aquella tan feliz criatura que sintió la infinita quemadura de tu caricia inmensa y generosa y el aire de tu voz triste y amiga. (Yo... yo... que soy tan pequeña lo mismo que una hormiga) Y si pasa la fuente rumorosa lo mismo que un espejo que camina y en el jardín la rosa con su espina, arde aún más constante y más hermosa, me digo: cuando muera... la fuente seguirá diciendo su mentira verdadera y la rosa arderá con más ardor quizá que en la nuestra dorada primavera. Otros días vendrán sin dejar huella, sin ton ni son, sin gracia sin sentido. Pero tú y yo vivimos. Vivimos sólo un día y aquel que vive un día ya todo lo ha vívido. (Larga vida tenemos como la mariposa y una historia tenaz como la rosa). La fuente pasa sin pasar. La fuente a su desnudo espejo caminante uncida va, sedienta y delirante, de su gran albedrío prisionera diciendo su mentira verdadera. (Sólo me quedas tú, como la fuente presa de su albedrío). Sólo me quedas... porque te he perdido y los duros espejos, blandamente, con azogadas lunas rememoran tu frente y te salvan del tiempo y del olvido. (Indefinido indefinidamente tu rostro con mi verso confundido). Que soy la misma. La feliz criatura que sintió la absoluta quemadura de tu caricia inmensa y generosa... como quien dice: toda la dulzura, la razón de la espina y de la rosa. |
Poeta
|