Suceden cosas en la vida que nunca se olvidarán,
son asuntos delicados del corazón,
donde hay heridas que se abren y no sanarán.
Esa ansiedad perturba confundiendo a la razón.

El pasado y el presente algún día se han de encontrar,
tenaz lucha librarán, difícil será decidir.
Esas señales yo no las puedo controlar.
Es un camino espinoso del que no puedo salir.

El dilema que me aqueja ¿cómo se resolverá?
Si el ayer fue victorioso el ahora ha sido mejor,
a las dos épocas quiero, no sé cual permanecerá.
El esplendor de mi alma compartirá este amor.

Pero la vida exige querer a un solo corazón,
aunque en secreto y en silencio pueda amar a dos.
Atontaré el pensamiento para calmar la adicción,
porque al ayer ni al ahora no quiero decirle adiós.

Julio Medina
5 de mayo de 2011