Poemas de alegría : Cementerios |
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Nunca me gustó
ir a los cementerios Cuando lo hacía la vida rebasaba mis ojos Se prendía a la piel pálida de las mujeres de negro en encabritado deseo que hasta juzgué sacrílego Me horrorizaba el campo de lápidas y la flor agonizando Siempre quise salir ligero Prenderme al viento y soñar frenético con dos viudas dolidas Sí, nunca me gustó ir a los cementerios Pero eran escala obligada de las quintas de recreo Cuando suene la sirena de mi turno -voy a quejarme por anticipado- no se les ocurra archivarme en un frío ambiente de soltero No me torturen con el agua mustia que dejará vuestro olvido Ahórrense la visita formal los primeros de noviembre Déjenme zarpar sereno hasta el litoral del limbo Déjenme recalar sin prisa allí donde me envíe el gran portero |
Poeta
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