Prosas poéticas : Los cuatro hombres de mi vida |
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Aun cuando la peor de las ingratitudes me han fastidiado la vida, están ellos para demostrarme que el destino sólo es parte de lecciones suspicaces; sí, de esa lección que amilanó mi alma como ruido impertinente -hipocresía; más la tristeza de confirmar el egocéntrico sin-sentido de unos cuantos usurpadores de ideales...
La historia continúa -los hombres de mi vida- están justo cuando los necesito para extenderme su mano, brindarme un abrazo y sonreírme sin fingimiento alguno; ellos son mi abuelo, papá, sobrino y por supuesto TÚ. Cada uno con la mirada marcada en la experiencia, aprendizaje, innovación y lealtad. Abuelo (Juan José): Tu avanzada edad no te detiene, sientes que el mundo no es nada más que un cúmulo de trivialidades -contadas cosas te sorprenden-. Sabes y tienes el coraje necesario para enfrentar adversas circunstancias. Lo que más recuerdo, tu frase "hay quienes merecen ser queridos". Papá (Ángel Rodrigo): Siempre me recuerdas que debo percatarme de aquellos que caminan a mi lado, más que nada tomar en cuenta quienes son los que te apalancan una caída y quienes son los que caminan sobre ti cuando te has equivocado. Lo que más recuerdo, tu frase "dañando se aprende". Sobrino (Roderick Emilio): La curiosidad y la manera de absorber enseñanzas me recuerdan que debo seguir siendo humilde y sentirme privilegiada de compartir contigo cada momento de sonrisas y abrazos interminables. Gracias por sorprenderme con tus nuevos descubrimientos, gracias por el valor y sinceridad absoluta que le pones a tu frase predilecta "mami-tía, te quiero mucho" TU (ConTigo): Algunos adjetivos describen tu esencia: contemplativo (rebelde), reflexivo (pasional), solitario (indispensable), sensible (protector), valiente (leal), codicioso (inteligente), generoso (sereno), etc. Sin embargo, debo recalcar que tu alma reflexiva me conmueve, pues, sin arrepentimientos, un aviso impertinente dispondrá mi elocuencia “déjate ayudar” o “ya deja de ayudar”. No me percaté que te quería tanto; hoy, hasta tus excusas se vuelven inspiración. Sin duda alguna, los cuatro hombres de mi vida no pueden ser descritos solamente en tres o cinco líneas persuasivas, pues ni siquiera mi existencia entera podrá retribuir la oportunidad que me dieron cuando decidieron que fuera una parte de ellos. Autor: Lilia Quituisaca-Samaniego |
Poeta
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Saludos cordiales. Su obra es amplia, interesante, agradable con un bello mensaje. Gracias por compartir su noble arte. Reciba usted mi respeto y amistad.
Agradecida contigo Joel, igualmente recibe de mi parte mucho respeto...!!!
Lilivi... bienvenida y gracias por compartir tus trabajos con la palabra, quienes asumen la responsabilidad de compartir sus líneas, tienen el valor de haber roto con la indiferencia, el conformismo, el aislamiento... ésta es una tarea, que crece contigo, con tus ganas de hacerlo...
Recibe mis saludos de amistad desde Ecuador...
Gracias Miltinho por tan nobles palabras.
Saludos.