Buscando algo especialmente dulce... grácil,
con aquel lienzo archivado en blanco, listo,
algunas páginas áridas, vacías y
todas las ansias de atrapar,
de cualquier manera,
todo el torrente
que cautiva,
atrapa
y
conmueve
cada fibra y célula
de mi existencia, de mi alma...
desde tu belleza sin par que adoro,
me llega el movimiento inquietante...
de un conjunto de labios, dientes, lengua
y todos los manjares inimaginables que atesora,
desembocados ante mis indefensos sentidos,
sonriendo además... con las expresiones
de picardía, ternura, encanto...
que solo tú le puedes dar,
entonces... renuncio a crear, cantar, pintar, escribir,
prefiero quedarme en la contemplación elemental,
de tu magnífica boca e imaginar, abstraer y soñar
con retocarla con mi saliva y por pincel mis labios,
para reinventar en mi cerebro otras palabras...
que canten al mundo de cuánto he descubierto
y solo después de degustar aquellas delicias,
escribir, para llenar de las formas, aromas y
sabores de tu frugal boca, las estériles páginas,
que tanto esperaron, para saber de ti...