Poemas de nostalgia : Madrugadas Orientales |
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Yo viví esas madrugadas
de humito albo en la cocina, aromado y penetrante, prófugo por la fajina. De la caldera silbona y el estrépito de astillas, trino de zorzal y mate y tertulia de gallinas. Yo viví esas madrugadas de pensativo lucero y de aseo en palangana con escarcha gris de cielo, de amasijo, horno de barro y fragante pan casero, de piso tibio de tierra con sillas de palo y cuero. Yo viví esas madrugadas de multicolor ensueño, con rudo clarín de gallos y ronda feliz de perros y relinchos y mugidos y berridos y resuellos y algarabía paisana y atropello de los teros. Yo viví esas madrugadas que todavía guarezco, y el evocarlas disfruto, como mi oriental acervo. A las que inspirado ensayo, con sentimental anhelo, dar alma por mente y pluma en mis pretendidos versos. . |
Poeta
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Muy bueno este poema campero, varón. Yo no me crié en el campo, pero hube de pasar incontables días de ensueño en un campo en la zona de Balcarce, provincia de Buenos Aires. Pocas cosas se comparan con esas alboradas, y tu poema lo grita a pecho inflado. Felicitaciones.
Gus
Muchas gracias, Gus, tuve sí la suerte de vivir esas madrugadas desde chico que se me quedaron prendidas de los sentidos y quise homenajear en estos versos. Me alegro que hayas podido disfrutarlas así como nuestras costumbres criollas. Siempre honrado con tu comentario te dejo un cordial abrazo.
Juan muy bueno , yo también las viví y las añoro no sabes cuanto, no tanto porque son pasado, mas bien por la inocencia y cálida luz que nos habitaba,
Un gusto pasar, saludos y buenos deseos para estas fiestas
Muchas gracias, Catriel, así pasa entre los campesinos auténticos o a medias de todo el mundo con las madrugadas del campo. Me alegro que te cuentes entre nosotros. Un fraterno saludo.