Me escribes suplicándome perdón
por el daño que tu desdén ha causado,
sufres al decir que me has amado
estás arrepentida de esa rápida decisión.

He vivido este amor de la distancia
un amor que el dolor ha consumido,
estar contigo es lo que había querido
relación sostenida con discrepancia.

Abre el corazón, busca en lo profundo
trata de encontrar mi amor allí oculto,
al abrir su pétalo ya estaba moribundo
con gran pesar y tristeza ahora lo sepulto.

Esas lágrimas que has derramado
desahogan la pena que tu alma destroza,
se esparcen con la lluvia copiosa
permaneciendo como un recuerdo aislado.

No pidas perdón, yo no puedo perdonarte
quizás tan solo pueda excusarte,
por darme amor estoy seguro trataste
no llores más, trata de olvidarme.

Julio Medina
14 de enero del 2011