Prosas poéticas : Hogar Primero |
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Después de treinta y tres años de ausencia
de este ámbito campestre de mi infancia y mocedad, vuelto definitivamente a él, hallo resarcimiento de nostalgia en el pasado de ambos. Con sed y deleite evocativos, cierro los ojos y abro brazos y sentidos, y en hondo acopio sentimental, abarco poco a poco las vivencias que recuerdo: sumisas víctimas del tiempo guarecidas con timidez entre las paredes lindamente decoradas por mi madre, algunas, de éste rancho que como un viejo campesino, porfiando a lluvias y vientos, sigue afianzado como puede en su estratégica loma. De su entorno, mentalmente recorro el monte de redivivos eucaliptos y luego el bajo hasta la cañadita fragante que me enseñó a nadar. Allí está su mimbre y su par de sauces, todos añosos pero con su verdor en mi memoria y su sombrita de soñar amores y triunfos artísticos. Vuelto a la realidad de todo lo entrañable que compone el lugar, pienso cómo nada de ello pudo retenerme... Comprendido fracaso, pobre hogar, ya que tampoco pude retener amores ni sueños. Hoy he vuelto aquí, en busca de una oportunidad de esas fraternas suyas. La sé posible porque la luz dorada del poniente que sigue filtrando mi ventana y la mansedumbre y belleza del lugar, que poco aprecié antes, me transmiten esta paz visceral que añoraba al fin y ya creía irrecuperable. ¡Qué lástima haber envejecido faltándonos! Faltando yo, me corrijo, enfrentado ahora al pequeño espejo de acicalarme para el baile en aquellos tiempos, cuyo guiño optimista de ayer me estaba reservado por esta pared en la penumbra de mi cuarto de mozo; noblemente resquebrajado muro, como cascarón que es, del huevo del cual salí a ver un poco de mundo. |
Poeta
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Bueno, ameno, sentido, sin filtrar, emoción de querencia pura. Gracias por la autenticidad y mensaje de tu escrito. Buena catarsis, bien proyectada al lector, opino. Gran saludo y andá a acicalarte frente al viejo espejo, ¡en una de esas, quién te dice! Por ahí, cerquita ha de haber una bailanta de esas de piso de tierra, apisonado un poco con agua y otro con la buena voluntad de los que preparan el evento. Un gran saludo.
Gus
Buen consejo, aunque físicamente el espejo es el mismo pero yo no. En fin, queda el 'cancherismo'. Gran saludo cordial, Gus.
Tal como salen del alma los recuerdos, y la pluma se envalentona ante tal reto del pasado, tal como, sale la sensibilidad del corazón del poeta. Mi más cordial saludo
Así es, Joan, una catarsis emocional que la pluma documenta desde el subconsciente con toda veracidad. Muchas gracias y mi gran saludo cordial para ti.