Poemas de humor : YO ERA UN ENCANTO IV |
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Angustiado con tanta trama
hasta el castigo había olvidado, pasé la noche en buena cama luego me puse a buen recaudo… ¡He subido al campanario! ha cantar como un canario los secretos del hermano Mario y por poco los de Rosario. Debido a mi fino oído escuchaba… que por la noches… algo se arrastraba creí que alguien penaba… ¡Era el hermano Mario!... ¡que como bebé gateaba! Casi “sin querer” le pisé la mano grande fue mi sorpresa que el hermano en vez de gritar… ¡au! sin remordimientos gritó… “¡miau! ¿Acaso es un gato?.. pregunté y de respuesta… ¿Qué creen que escuché? ¡No te metas en lo que no te intereeeesaaa… total tú ya tienes a Tereeesaaa!!! (Él pensaba que estaba en misa). Sólo quería convencerme que el gato no fuera de otros claustros nadie puede “mecerme” donde vivo más de dos lustros… Ha subido una comisión llevando una proposición… pedirme que calle mi alocución o me dejan sin internado ni habitación. Es que nuestro hermano bonachón así gordito con cara de lechón y un par de pillos de monjas vestidos se habían vuelto más consentidos. Y yo trabajé para cambiar la estructura oraciones por físico cultura, espionajes internos por masajes alternos largas faldas engorrosas por unas piernas preciosas. Cambiar un cuarto de libros repleto por un gimnasio completo, hacer ejercicio en la alfombra para estar siempre en forma. Dejar la sotana por el short… el hábito por las minis, ¡ja! pero sin abandonar la carne para poder agarrarme. ¡La última…! Me he ocultado en el portal y desde allí se veían que otros curas a oscuras, salían… y a las celdas de las monjas se metían, ¡shhhh!... y ahí se dormían… ¡mañana sigue la historia! Delalma |
Poeta
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