Libera las cadenas que con angustia me encarcelan
encadenado al fallido romance de tu amor.
Sufre mi alma afligida, se retuerce del dolor
por sentimientos de penas que me culpan y me condenan.

Lleva luz a las sombras que me consumen en el olvido
no me tortures más con el látigo de tu desprecio,
no ignores mi soledad, no me trates como a un necio
déjame salir del calvario y sanar el corazón herido.

Dame libertad, permíteme buscar otro afecto.
¡No voy a seguir a tu espera! el horizonte surcaré
como pajarillo lastimado, al infinito emigraré.
Nuevas esperanzas y sueños iluminarán mi trayecto.

No me detengas quiero escapar de esta agonía.
No maniobres mi vida, ya no puedes fingir.
Tu corazón por mí hace tiempo dejó de latir,
¡Apártate, no existe nada entre tu alma y la mía!

Julio Medina
12 de diciembre del 2010