Prosas poéticas :  Mi Musa
Se acabó, simplemente no se presentó, mustia se encuentran los pensamientos que obligan al cuerpo estar indiferente.
Sentado apoyando sus brazos en la mesa con hendiduras y arañazos y alguno que otro apunte fugaz, una lámpara, un papel y un lápiz. Inclinando su cabeza hacia el frente como para hacer una oración hizo una introspección larga y profunda.
Sintió la brisa del mar, esa brisa de mar con olor a una mañana de invierno que le hizo despertar.
Volvió a su papel y su lápiz en el hizo unos trazo como tratando esbozar algún ensueño
o recuerdo, inconsolable en su deseo de plasmar algo nuevo, más inerte testa y mano, se volvieron.
Reviso libros y apuntes y cuanto tuvo al frente, acaso le pidió al silencio unas palabras de
aliento y no cedió en su intento y él era de arrostrar al menor soplo de mal viento.
Era ya tarde y el papel tan albo como una de las Calas solo pudo escribir cuatro letras
simples y sencillas MAMÁ, y se dijo satisfecho ella es vida, ella es amor, ella es poesía.
Poeta

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