Poemas de nostalgia : Cocina Criolla |
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Con campera artesanía,
luce en el terroso suelo, su tosca madera y cuero overo-pampa, una silla. Cerca, la pila de astillas implora cálido fin, arrodillada al perfil moreno de la cocina. Como sombra con pereza ascendiendo en lento paso, la pared y el cielorraso muestran del humo la huella. Olla, caldera, fregón, atizador y rendido, como esclavo fugitivo, rodó en el suelo un carbón. El mate, quedó embretado en su pedestal de tiento, del tempranero rodeo, prolijamente “ensillado”. Callada, contra el adobe, permanece la alacena, que en el almuerzo y la cena pondrá loza, acero y bronce. Hay un estante adornado con papel color violeta, que muestra hierbas y especias; ‘secretos de buena mano’. Y en un rincón, dormitando, descansa gaucho el apero, inspirándole a los perros sus hazañas de a caballo. Retinta la damajuana, se insinúa provocando para entregarse chirriando, seco el mimbre de su enagua. Media hoja de la puerta previene la acometida, de patos, pollos, gallinas y lechones en carrera. (Carrera que yo corría, cachorro en aquellos años, con ellos entreverado en campera algarabía). En fin, esa es la cocina humilde de paja y barro. Alguno que otro cacharro, burla la memoria mía. Y trajinando sencilla, en reflexivo silencio, me parece que la veo… anda la abuela María. |
Poeta
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LINDA PINTURA, CANEJO,
FE UNA COCINA DE CAMPO.
YO VEO EL HUMO DEL RANCHO
SALIENDO É LA CHIMENEA,
AL TRANCO ME VOY LLEGAND
AUNQUE NO SOY CONVIDAO,
LLEVO UN TIRA DE ASADO
Y UN TINTO PISADO A PATA...
VAYA PONIENDO LA PAVA
Y PRIENDA EL FUEGO, CUÑAO
¿Ansina que Payador además de bailarín? Muy bien, ya vamos a tener algún contrapunto entonces.
Excelente. Ha brotado en esencia campera, estructuras que al gaucho le brotan, que no necesita elaborar. Muy buenas imágenes, casi de postal perfecta gauchesca. Un gusto de lectura. Totalmente para la guitarra, recitado con calma.
¡P'...madre! ¡Qué olor a terruño que me has hecho llegar virtualmente!
¡Gran saludo!
Gus
Muchas gracias, Gus, la verdad es que son vivencias reales que humildemente he ido poetizando con poca perfección pero sí, fieles a su ámbito y hábitos. Afición a la literatura criolla que mi viejo tío Toto, afianzó en mí, al ser, yo gurí, esta condición, 'requisito' de entrada a sus adultas, guitarreras y 'vineras' reuniones criollas.
Saludos cordial.
Cuando usté guste paisano
puede empezar el gorgeo,
pero aclaresé el garguero,
no sea que se atragante.
Por más bonito que cante
nunca se debe olvidar,
que es muy difícil ganar
si se paya contra el diablo.
el maldito
¿El Diablo? ¿Me suplantó?
Pero mire que el disfraz
es pesado de llevar,
aunque es medio caretón.
Lo digo sin ofensión
y me admiro, cachafaz;
¿cómo me va desafiar
zambullido en el perol?
El más pequeño recuerdo de la niñez es sin duda la dulce canción de nuestra caja de música. Y allí estaba la abuela.
Precioso poema Juan. La visión alegre y simple de un niño en su casa de chocolate.