Vengo muy triste y abrumado
buscando perdón delante de ti de rodillas,
quiero secar las lágrimas de tus mejillas,
arrepentido, por mi culpa has llorado.

Perdón, ¿sabes que te he faltado?
Perdóname por la herida ocasionada,
sacaré del corazón esa espina alojada,
no ha sido mi intención haberte fallado.

Perdóname para poder olvidar
el agravio que tu alma ha mancillado,
necesito tu perdón, solo así podré salvar
a este amor apasionado.

Julio Medina
4 de diciembre del 2010