Cuentos : DOÑA PANCHA "LA SANTONA" |
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DOÑA PANCHA "LA SANTOMA"
Todos en Alsina habrán oído hablar de Doña Pancha, “ La Santona”. Aunque no tengan una referencia precisa de quien fue, sabrán de su existencia al menos por el apelativo. Para contarles, parte de su historia, porque la totalidad solo la sabe ella y está muerta, estoy yo y mi testimonio, como un aporte a su memoria y de aquellos que de una forma u otra, tuvieron relación con ella. Todos los nombres , apodos, direcciones, teléfonos, imail, etc., que pudieran dar datos sobre la identidad de esas personas, han sido modificados para no perjudicar su buen nombre y honor, si lo tuvieran . Por lo demás doy fe que los hechos son reales. que acaecieron entre los años 1960 y 90, en Valentín Alsina, Partido de Lanús, Provincia de Buenos Aires. Ustedes naturalmente se preguntarán, quién soy yo. Una razonable pregunta porque no es cuestión de creer lo que te dicen, si la persona, el medio gráfico, radial o televisivo no acredita una autoridad moral que justifique esa confianza. Porque no falta el pelandrún que tira fruta y no falta el gil que compra y lo pega en Facebook, como de buena fuente. Bueno, tampoco la pavada, si es por eso nadie haría periodismo y tampoco se puede ser tan desconfiado…No?... Lo que hay que preguntarse es en qué se beneficia o qué intereses defiende el que instala un chisme, historia u operación de prensa. ..Por ejemplo, ustedes piensan que la Nación, Clarín, TN, Canal 13 o Lanata tienen segundas intenciones, cuando venden carne podrida en los medios?...Nó, definitivamente nó…Hay que creerles, porque sus intereses son históricamente los del pueblo. Y yo, en este caso, en qué me puedo beneficiar?...Me lo pregunto y la verdad, no se me ocurre nada, si a alguien tiene una idea que me chifle, no voy a ser tan moralista como para rechazarla. Entonces digamos que yo soy Pirulo, monaguillo, sacristán o chupa sirios de la Parroquia El Buen Pastor de Alsina, queda claro que también me acojo a los beneficios de reserva de identidad Y quien figura como autor, es un profesional que solo da la estructura literaria, quedando libre de toda responsabilidad por lo dicho. Pero vayamos al grano, que esto se hace largo y puede acabar sin empezar (eyaculación precoz literaria, que le dicen) Doña Francisca, alias Doña Pancha, alias “La Santona”, no era oriunda de Alsina, su documento la daba como nacida en Elortondo, provincia de Santa Fe, el 25 de diciembre del año 12 (¡Cuánto simbolismo premonitorio expresan estos datos !...Obviemos Elortondo sería una chabacanería, nos quedamos con “Santa Fe, 25 de diciembre y 12”, los apóstoles ) Su llegada al barrio se estima entre los años 50 y 52, o sea ya tenía su vida hecha, mala vida decían las viejas, que presumían de tener referencias ciertas de sus antecedentes juveniles de prostituta en los cabarutes de Villa Fiorito, como protegida de la Rubia Mireya y Ruggierito y última amante del Tigre Millán. Pero vaya a saber… A mí no me consta… Y de última ya se sabe…”Joven puta, vieja santa” El caso fue que un día estando despuntando los pábilos en la sacristía, oí una voz potente y femenina que venía de la nave principal. Una vieja loca, pensé sin alarmarme. Pero luego presté atención y noté como una letanía, como un rezo, un rezo en vos muy alta, pero un rezo. No sé se entiende lo qué digo, Un discurso hacia dios, algo de eso… Me asomé. En los bancos poca gente, los habituales de siempre que en las últimas horas de la tarde venían a rezar un padre nuestro. La voz de la mujer venía del fondo, los pocos fieles tenían la cabeza vuelta hacia ella. Me fui acercando, disimuladamente, tratando de entender lo que decía porque el eco de la bóveda y la nave casi vacía lo hacía dificultoso. La penumbra del lugar no me permitía distinguir su figura ni su rostro. A esa hora en la iglesia todo es color mierda. Cuando estaba a algunos metros se levanta, Una genuflexión. Se persigna y se retira sin dar la espalda, hacia el atrio que lleva a la salida. Allí me quedé yo, esperando el retiro de los fieles que me dieran alguna versión de lo ocurrido. La primera en salir fue Doña Rosa, que atornillándose la sien con el dedo indice, vino rauda hacia mí y mientras decía. .- Escuchó lo que decía la chiflada ?... . No, solo oí a una mujer que rezaba en vos alta… . Bueno, rezar…rezar no rezaba, ella le hablaba a Dios. Que iba a ser su fiscal aquí en Alsina. Que todos los domingos en la misa de las once iba decir en voz alta, los pecados no confesos de sus fieles, para que él los perdonara… Muy loco!… Nó?... Amagó seguir hablado pero yo la corté. .- Y usted, sabe quién es?... .- No tengo idea. No creo haberla visto por el barrio… Este fue el comienzo de la historia. Cuando llegó el padre Mario, el cura párroco, se lo comenté, pero me dijo que ya se lo habían dicho en la Chancha Renga,( un boliche cerca del puente, donde acostumbraba a ir a tomarse unas ginebras, jugar un truco y tocarle el culo a la hija del dueño, el gallego Bermudez.) lo vi medio en falsa escuadra y no se habló más del tema. Ese domingo, serían las diez de la mañana, estaba llegando a la iglesia y me llamó la tención la cantidad de gente en las placitas, pensé que estaría la banda del Ejército de Salvación, que solían ir a enganchar fieles de rebote entre los que escuchaban la música. Pero no, estaban ahí, en los bancos, a la sombra, charlando en corrillos, A muchos los conocía del barrio, pero no se me ocurría que podían ir a misa. Saludé de pasada a los conocidos y me mandé para adentro. Preparé los hábitos para la santa misa, mojé unas ostias sin sacramentar, en el vino sin sacramentar y al rato la voz del padre Mario: .- Pirulo, abrí las puertas para que entren las viejas… No lo podía creer… Viejas, viejos, jóvenes y niños, entraron en malón empujándose para conseguir asiento. Tiraron a la mierda la pila bautismal…yo pedia calma y casi me sientan de culo, parecía una cancha de futbol la parroquia. La chusma de Doña Rosa se me acerca y dice… .- Vienen por la loca…Se está poniendo linda la cosa!... Y bueno, me dije. Los caminos del señor son inescrutables, y me persigné. Adentro era la joda loca, un festín pagano, tipos empinándose la botella de vino, comiendo sanguches de mortadela, tirando migas de pan y cascaras de fruta. Hasta había algunos vendiendo pochoclo, churros y empanadas. Yo convocaba a Cristo para que sacara a los mercaderes del templo, pero no creo que pudiera con esta jauría. Pobre flaco lo iban a saca a él del forro del culo. Comenzamos la misa. El cura con sordina me dijo. .-Por qué no te dejás de romper las bolas con la campanilla…Tenía razón, yo temblaba, del cagazo, tilín tilín tilínm parecía que tenía parkinson. .- Por qué no te metés las campanitas en el orto?... Gritó un zarpado, con el festejo de la turba. De a poco se fueron calmando, hasta parecía que estaban en éxtasis, o durmiendo el pedo, qué sé yo. Pero calmados. Cuando el cura levantó el cáliz, ahí se pudrió todo de nuevo. Yo me tenté de risa, el cura también, se atragantó con el vino y escupió todo el altar. Hay que ver lo ocurrente que son los reos de barrio, te hacen cagar de risa… Cuando de pronto, una voz como un clarín llamó a silencio…Y el silencio se hizo. Venía del fondo, del lado de la entrada…¡ Cagamos, (me dije), la loca!... CONTINUARÁ Share on facebook |
Poeta
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