Crónicas : LOS NUEVOS IDOLOS |
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LOS NUEVOS IDOLOS
No voy a señalar todos los males que la televisión le causó a la sociedad. No como medio audiovisual, sería muy estúpido juzgarla por el uso que hicieron y hacen de ella dueños de ella y los que la programan. Sociologos, sicólogos e intelectuales, han hablado y discutido este tema, lo suficiente como para que tengamos una idea de los cambios sociales y culturales que ha generado. Hábitos, costumbres, códigos, valores, consumo, todo ha sido subvertido a partir de la penetración de “ la caja boba” en nuestros hogares. Quiero resaltar la opinión científicamente profética de Julio Mafud, un sociólogo argentino, que en su libro “los argentinos y el status” de 1963, señalaba que el hombre del 2.000 iba a dejar de vivir su realidad para vivir la que le mostraba este medio. Que iba a dejar de ser protagonista de su propia vida, para ser un espectador de una realidad virtual. No son estas literalmente las palabras de él, es lo que me quedó como síntesis de una verdad que confirmo empíricamente. Esto es solamente un prólogo de mi opinión sobre el perfil de este medio en la actualida, la hipocresía de los formadores de opinión, que hacen una cruzada casi apocalíptica de la denuncia de la violencia y a la vez la instalan en nuestra mente en forma sistemática. Los noticieros dedican a ella, no el aspecto informativo de la noticia, sino la convierten en un hecho morboso que con hipótesis, detalles, versiones , pruebas no acreditadas, debaten e instalan en la sociedad, que ya tiene a los inocentes y culpables antes de que sean juzgados. Realmente tengo terror de estar ante un jurado popular. Mientras tanto, los programas de ficción y de esto quiero hablar, están compitiendo en la difusión de teleteatros dedicados a los capos de la droga. La figura de Pablo Escobar es la apología y mistificación de uno de los tantos crímenes que ellos, los medios, hipócritamente dicen combatir. Las riquezas, poder, y acciones delictivas son presentados en un formato que los transforma de delincuentes en héroes populares. En los nuevos modelos del ideario popular, románticos, seductores, justicieros. Los superhéroes del 2000. Programas, como “Duro de domar”, con pretensiones de progresismo, está dedicando casi la totalidad de su artística a hacerle el coro a esta tendencia. Una comentarista de espectáculos de TN. propagandiza permanentemente una nueva telenovela escrita por un ex narco, que encontró un medio legal de ganarse la buena vida, próximamente en un canal amigo… El Chapo espera su turno en este cambalache de una sociedad capitalista alienada por los medios masivos de comunicación medíatica, en la compra venta de ídolos . Una pregunta final: ¿ Y, qué hacemos ?... |
Poeta
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