Poemas de desilusión : Esclavo De La Musa |
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Me reconozco un esclavo de la musa,
cual reconozco en la línea de partida entusiasta y escabrosa de mis versos, verme eludido por el poema célebre. ¿Qué musa me esclaviza entonces, si mal detallo lo que dicta fulgurante y nunca expreso su razón sublime, pues tergiverso su intención exacta? “¡Genial, genial!”, me grita a veces. “¡Escribe eso, no dejes que se escape, será lo más notable cuando escrito! Te digo porque sé, ¡y es tuyo y mío!”. Mas yerro, y otra vez en impostura. ¡No sé por qué no calla de una vez! Pero si calla, no sé lo que yo haría siendo que soy esclavo de la musa aunque, redundo, de mediocre tema. Es que defiendo a tozudo desatino, la válida razón que mal se expresa, y ‘musadependiente’ incompatible, dedico hasta optimista mi insistencia sin más chance por vate aficionado, a una página de amigos, y me digo: ¡Otra, para la tragaperras de la Web! |
Poeta
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Vamos a vivir toda una vida y el inconformismo de nuestras musas no va a felizmente enloquecer. Como nos comentábamos el otro día: el verso, el trazo perfecto no se consigue; les pertenece a ellas. Un gusto de lectura, mis saludos fraternos de siempre.
Gus
Muy de acuerdo, Gus, y así y todo, felizmente nos conformamos con la esperanza de acertar una para la posteridad. Menos mal, porque si no, con tal de volar nos dedicaríamos a remontar barriletes.
Mis saludos fraternos también.