Cuentos : Pavos Reales en Urano. |
|
---|---|
Pavos Reales en Urano.
Pavos Reales en Urano. Centellas frías, resplandores de oro oscuro, Relámpagos negros, torres de cristal violeta. Los atlantes llevan sobre sus hombros espuertas llenas de carbones encendidos azules y verdes, zafiros y esmeraldas, y suben la escalera del Palacio Imperial. Y arrojan las gemas rutilantes al insondable vacío, donde se funden en un río de turquesas, a veces hay millares de libélulas azules en las pupilas de oro de los obreros, gigantescos tíbores de carey están llenos de monedas de oro, jarrones de malaquita rebosan de monedas de oro, elefantiásicos atlantes sostienen columnas de mármol rosa que soportan demenciales cúpulas y espirales, y los pavos azules elevan sus colas verdes bajo la mirada impasible de los Dioses, fríos como dagas finas. Las sierpes verdes reptan entre los corales blancos, de azúcar, gélidos como la muerte, y los reyes de Urano, vestidos de rosa y fucsia, pasan sobre sus sillas de mano, sobre los hombros de los esclavos, abominables e iracundos, con rubíes en los dedos, fúlgidos como la sangre. Se ha detenido el tiempo, en un solo minuto le han arrancado el corazón a un cisne y lo han arrojado al fuego, y las llamas lo han devorado como hormigas de ira roja, y los pavos reales asustados han visto sus cuellos en peligro ante cuchillas de plata feroces, heladas como diamantes. Suenan los oscuros clavicordios, los brillantes pianos lilas, los timbres de cristal y níquel, y las trompetas de oro, y los armonios azules y los pétreos Timbales, y en la música cabalgan dragones de fuego azul y dragones de fuego verde, y lo atlantes los matan con lanzas de oro salvaje, y sus cuerpos caen sobre simas negras, en las que sólo hay una brea llena de arcoiris rosas que ensucia el agua, que también es oscura como la pupila de una virgen. Los esclavos a millares, elevan torres de cristal violeta, sobre avenidas de ámbar naranja, y hay jardines verdes llenos de Estatuas de Oro macizo, que relampaguean asesinas, estatuas que no han visto la luz del sol nunca, lejano como una estrella amarilla. Los pavos reales en los jardines miran sobre su propia belleza y se quedan extásicos, silentes entre las campanas de cristal azulino, con sus penachos irisados, con sus colas de esmeraldas en las que hay miles de ojos de tigres, y los hibiscos rojos exhalan una plegaria de soledad blasfema. Hoy hay una ejecución en el salón de oro del Palacio Imperial. Hay cien reyes en sus tronos de oro verde contemplando al reo, desnudo y bello como un narciso de fuego, son sus ojos oscuros como un río lleno de demonios, ha asesinado a un ángel con una cinta de seda amarilla, y es hermoso como un lago en el que flotan cadáveres, sus músculos de hombre delatan a un gorila delgadísimo, sus hombros son dos colinas de nácar, sus brazos dos palancas sobrehumanas, sus manos, dos flores corrompidas, dos puñales, sus labios, dos exquisitos pétalos de rosa. Desnudo su propio cuerpo eleva una plegaria de compasión a los dioses, pero ha asesinado a un ángel, el sublime emperador Uranita, ciego de nacimiento, ha escuchado la música que para el suceso ha escrito un poeta, flotaban en la melodía caballos persas entre puñales de lilas, caían cataratas de fuego sobre simas de agua perfumada, y cien mil rosas destilaban una gota de aroma agridulce, pero el emperador ha dicho: Nó. Y los Pavos reales han elevado sus colas turquesas y Urano ha girado en el espacio insondable como una bailarina flamenca una Petenera andaluza. Los nenúfares de los estanques han sido visitados por una abeja de plata. Y los ojos de oro de los esclavos han visto millones de Libélulas azules. Pero el Emperador ha dicho Nó. Y el ángel que estaba sobre una tumba de hielo ha cerrado sus ojos. Peleaban dos gallos rojos en la pupila increíble de un poeta. ............................................................................ Francisco Antonio Ruiz Caballero. Podía haberlo hecho mejor, pero mi madre me ha lavado el abrigo y estoy pasando un frío de mil demonios, por eso el relato me ha salido tan gélido, porque en mi casa hace un frío de cojones. |
Poeta
|
Saludos Francisco Antonio : Sigo sus escritos con interés, si bien me reservo los comentarios, pues nadie mejor que usted para saber la calidad y la intencionalidad múltiple de ellos. Le manifiesto mis deseos de que tenga usted y su familia bienestar y abundancia en estas fechas y siempre. Reciba usted mi respeto y amistad.