Poemas eroticos : Arcángel y Ortiga XI. |
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Hermosos Chavales de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, con Gargantillas de Pinchos en el Cuello, Pero con unos Pinchos superlargos, de Forma que los Chavales no pueden ni abrazarse, ni chuparse, ni besarse entre ellos. Con Muñequeras de Pinchos y Tachuelas en las Muñecas. Con unas Uñas superlargas en los Dedos de las Manos, pero largas largas largas. Con Colmillos de Vampiro en la boca. Con los Labios pintados de Rojo, Verde, Rosa, o Azul. Con una Especie de Traje o Tira de Pinchos en la Espina Dorsal de la Espalda, a lo largo de toda ella que Termina en unos Boxer que dejan ver el Culo y los Falos como si fueran una Especie de Extraños Erizos o Puerco Espines. Con unas Botas de Cuero Negro llenas de Púas y Cascabeles. En la Acrópolis de Atenas un Día Soleado de Verano. Y entre Pavos Reales.
Los Falos trempan como lanzas o delicadamente caen como gruesos cohombros marinos. Los ojos son la promesa de que un cielo y un infierno existen, despiadados y fieros. Los cuerpos dicen, aseveran, que toda la gloria cabe en una sombra al sol, los culos son soberbios, Están de toma pan y moja, pero Oh peligro, no pueden poseerse estos arcángeles dráculas bajo pena de muerte. El Templo de Palas Atenea está allí, el Erecteón famoso, y la Acrópolis, rectos y deshechos, Jónicas ruinas al sol, y todo fulge y quema como una playa rabiosa, Y estos niños muestran su cuerpo y su peligro, su belleza lasciva, Llena de ganchos y púas terribles, que les impiden besarse, Prisioneros. Castigan las ortigas, castigan las púas, y castigan los escalpelos, Cuchillas, concertinas, afiladas estacas, lanzas, pinchos, ¿dónde diablos Tendrán estos ruiseñores presos el corrompido corazón?, criminales Narcisos. Apolos asesinos, guerreros medievales, puerco espines de escándalo, Cerdos sublimes, entre las sagradas ruinas, Impasibles y rotas, Y los Pavos Reales, que ignorantes y azules, se mueven majestuosos. El Bosco diseñó su paraíso y su infierno, debieran Crecer nopales entre estas santas ruinas. ¿Por qué unos labios tan dulces se protegen con tanta espina y colmillo Si sólo debieran ser usados para el beso y la gloria?. ¿Por qué Palas Atenea no me fulmina ante tamaña poesía?. Con ver este paraíso lleno de tales vampiros ya mis ojos tendrían suficiente castigo. ......................................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero. |
Poeta
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Hermosos Chavales de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, con Gargantillas de Pinchos en el Cuello, Pero con unos Pinchos superlargos, de Forma que los Chavales no pueden ni abrazarse, ni chuparse, ni besarse entre ellos. Con Muñequeras de Pinchos y Tachuelas en las Muñecas. Con unas Uñas superlargas en los Dedos de las Manos, pero largas largas largas. Con Colmillos de Vampiro en la boca. Con los Labios pintados de Rojo, Verde, Rosa, o Azul. Espolvoreados en la Piel con Polvo de Oro. Con una Especie de Traje o Tira de Pinchos en la Espina Dorsal de la Espalda, a lo largo de toda ella como si fueran una Especie de Extraños Erizos o Puerco Espines. Entre Bustos de Vidrio Verde o Azul de Emperadores Romanos. En el Plató Televisivo de “SÁLVAME deLUXE” de TELECINCO. Entre Pavos Reales.
¡¡¡¡¡Soberbios Chavales erizos ortigas, Arcángeles de Miedo¡¡¡¡¡¡¡.
Fieros en la mirada de crepúsculos andaluces,
Fieros en los labios exquisitos que chupan
Manzanas rojas Golden o Cakis dulcísimos, con colmillos de dráculas.
Vampiros ellos, guapos, como antorchas de fuego, terribles e hirientes,
Agujas hipodérmicas portadas por Luzbeles,
Luzcrueles de escándalo, chaperos de Heroinandia,
Asesinos los ojos en los que hay oásis.
Hermosos como espadas, terribles como lanzas, agudos como agujas,
Con el lomo peligroso, con el cuello asesino, de oro puro y vírgenes,
Para que todos los poetas del mundo se suiciden.
Los Pavos reales observan extásicos
A estos niños agrios, ácidos como el sulfúrico,
Y bellos como rosas, Espléndidos malvados.
Que no pueden besarse entre ellos y tampoco chuparse
Condenados a Telecinco en una muerte en vida
Lujosos de tanto oro, y ébrios de tanto vino.
Llenas las copas están de cicuta Oh Poetas.
Hieráticos Heliogábalos chillan como las ratas. Azules en su espanto.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.