Poemas :  Insomnio gélido
INSOMNIO GÉLIDO

Allí, en la orilla del viento,
el aliento limpia unas arcillas,
unas nieves de sus fríos, ríos floridos,
entre las balas inocentes de los corderos,
de las estrellas retorcidas de las rejas,
de las ventanas del acoso falsificadas,
del garrote embalsamado de justicia.
¡Somníferos fuegos!... ¡Sacrílegos plomos!.

¡Oh, onirismo, anheloso, onirismo!.
Ya surcan los aires hirsutos.
Los pámpanos de espada y acero.
Cada uno de los párpados sordos.
¡Ah, albergue tan azul sonrojado!.

Porqué así serán, horrísonos hielos,
hasta que no desayunen el hambre,
del dolor que prestan a rédito ya,
a las astillas inermes ardillas ya,
por las vigas de los ojos ajos ya,
enharinados baratos hollines.
¡Qué deshojan a las hojas ciegas!.
¡Qué deshielan laboriosos hilos!.

Con el pétalo abriendo al humo huecos hielos,
haciendo pedazos al hollín que vuela que duele,
que huele que hule hace trazos al perdón,
del paredón que esconde su equidad a los caballos
a los perdones en abonos con grandes descuentos.

¡Sí!. Descuentos enormes, efectivos, seguros,
para quién más peque, y apague focos suavemente,
al tabaco vicioso al trabajo que se fuma la familia,
sin causarles daño con ganancias arrogantes,
al asidero qué más convenga al pueblo sin mente.
¡Asustando a la muerte con que muera!.
Y a la pobreza, ahogarla con riqueza.
En el baño compasivo endeudado del pantano.

¡Helado tibio, hastiado fuego!.
El blancor dulzor vertical humilla.
La semilla de la suerte impía.
El residuo estéril del frutero.
Al despertar la ilusión que sombras viste.

Ogro magro del universal idioma salvo,
más allá de la gloria por la fuerza,
hecha de paciente herrería cierta.
Donde nunca la eternidad se agujere.
Ni con agujas aguadas agudas ágiles.
Donde las camas rinden culto.
Al insomnio de Morfeo.
Y la frigidez de Afrodita.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

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