Poemas eroticos : Con un Chapero. |
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Francisco Ruiz contacta con un Chapero llamado Cristian en las Páginas del Mundo, va a su Casa, y se acuesta con él, va a comerle el Culo y resulta que el Tio había Cagado y no se había Limpiado el Culo, por lo que no se lo come. Sólo se maman las pollas con preservativo y Francisco Ruiz no siente nada. Eso sí, era un cuerpo superbonito. Cuando sale de la casa del chapero Francisco Ruiz se siente superestafado por el dinero que ha tenido que pagar y más aún después de no haber sentido nada y haber respirado malos olores. Cristian se llamaba el hijo puta. Un cuerpo precioso pero con menos clase que una garrapata. Creo que no estaba el tio circuncidado, y no me acuerdo si yo estaba ya circuncidado o no me había operado aún.
Era un cuerpo precioso de débil cervatillo, En él había un himno de juventud perfecta, Todas las cosas eran cosas bellas, y erectas Estaban ambas pollas en los dos muchachillos. Pero qué sucio el culo tenía aquel chiquillo, Casi un poco más y Francisco se lo chupa, Apartó la nariz de aquella puerca drupa, Un poco más y come mierda el Francisquillo. Cuando se mamaban las dos pollas los gallos Francisco se decía, será puerco este tío, hijo de puta, Todo el dinero que he dado y ni se ha limpiado el culo. Menudo hijo de puta pensaba de aquel chulo, No degustó más bella y más podrida fruta. Por lo demás aquel muchacho era un perfecto Mayo. .................................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero. (menos mal que usé preservativo con aquel puerco, si no hubiese muerto de SIDA). Francisco y Cristian. Todavía me acuerdo de la peste que tenía en el culo el hijo de puta. No disfruté ni con el orgasmo, no me fuera a pegar algo malo el cabrón. Menos mal que lo hice con condón y ni siquiera nos besamos las bocas. Es decir, que pagué dinero en hacerlo con un plástico. Ahora eso sí, qué maravilla de cuerpo, delgado y perfecto, sin muscular pero perfecto. Valía su peso en oro aquel chaval y era mierda pura. Cristian se llamaba en las paginas del Mundo. Era superbonito aquel muchacho pero no tenía clase ninguna. Un poco más y como mierda. Todavía me acuerdo de la peste. Un poco más y lo mato, del asco que me entró. Pero preferí aprovechar el dinero que le había pagado. De todas formas no me gustó ni el orgasmo que sentí. Llego a tener un cuchillo y se lo clavo, del asco que me entró de lo puerco que era aquel chaval. Precioso y asqueroso, era precioso, pero una letrina viviente. De la que me libré. Y el hijo de puta se llamaba como Dios. Cristian. Hace 20 años. |
Poeta
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