Poemas : CORAZÓN DE PIEDRA |
|
---|---|
Después de tantas caídas,
mi corazón ha empezado a poner barreras que intentan impedir paso al amor. A base de heridas, algunas que siguen abiertas y otras que están cerradas, a base de lágrimas, que caen por mis ojos por el simple recuerdo de tu presencia, hago que mi corazón se convierta en piedra. El amor podrá llegar, pero ninguna lágrima será derramada después de la última vez, de la última experiencia. Desperdicio de horas pensando en la misma persona día y noche, y cuantas más veces caigo en la misma piedra, más fuerte me hago. Aunque soy débil, soy frágil, soy de cristal y si me tiras simplemente me romperé, y a recomponerme volveré. He hecho de mi corazón un corazón fuerte que no teme, que no teme a la oscuridad y a la soledad. Un par de cambios no le hacen mal a nadie, yo he intentado cambiar muchas veces, todas en vano, pero lo sigo intentando, y aunque sigo siendo la misma persona que se enamoró de tus encantos, siento que ahora todo está cambiando, de una manera u otra, porque las personas cambian a lo largo del tiempo, y no hay manera de parar al tiempo. Este corazón ya no es el mismo, es más fuerte, es de piedra... Dicen que las personas que tienen el corazón de piedra son frías y no tienen sentimientos, yo pienso que si una persona tiene el corazón así, es porque en realidad, si tiene sentimientos, tenía, por el simple hecho de confianza, amor o cualquier otra cosa de estas. Que no te engañe, sigo siendo la misma chica romántica y sentimental que conociste, sólo que ahora he madurado. |
Poeta
|
Su escrito es bello, parece una historia de crecimiento dentro de la petrificación sentimental qué la vida plantea a la naturaleza humana y tierna alguna vez. Grato fue leerlo, saludos y amistad le envío.
a través del tiempo todo cambia, grato leerte, saludos
La falta de amor, va haciendo de piedra el corazón, más sin embargo, es el mismo amor, el que convierte ese corazón de piedra en un corazón que vuelve a latir y a sentir la pasión.
Excelente tu escrito.
Saludos, un abrazo.
Claudia Alhelí Castillo