Textos : Me ha pasado esta tarde una cosa. |
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Me ha pasado esta tarde una cosa.
He ido a una heladería con mi hermano y mi perrito. En la heladería había un dependiente nuevo que nunca antes lo había visto, un chavalito delgado de unos veinte treinta años. Estaba un chaval negro de dependiente, muy guapo y muy fuerte, pero que me da asco, casi todos los negros me dan asco, un chaval de unos treinta años muy fuerte pero feo, y el chavalito nuevo. Estaba en la cola y he visto que el chavalito nuevo no me quería ni mirar siquiera. Estaba haciendo las cosas más lentas de lo normal con tal de no atenderme, y no quería mirarme. Yo estaba deseando que me atendiera el chavalito nuevo y me mirara, que me mirara por lo menos, aunque nunca ligaré con él porque soy muy viejo, muy feo, muy pobre, y muy gordo, pero me ha tocado en suerte el feo. El dependiente feo ha preparado mi pedido y me he ido a las mesas a tomármelo. Parece que tenía el hijo de puta ganas de servirme, el chavalito nuevo haciendo las cosas lentas para no servirme y el feo haciendo las cosas rápidas para servirme lo antes posible. Me he tomado mi pedido y cuando he terminado me he acercado a la tienda con la excusa de tirar el vaso de plástico del batido helado a la papelera para echarle una mirada al chavalito guapo. Y entre otras cosas porque soy muy limpio y no me gusta ensuciar las mesas. Entonces dentro de la heladería había un chaval, otro cliente, de unos dieciséis diecisiete años, feo como un demonio, delgado pero repugnante, que me ha visto tirar el vaso a la papelera y mirar a los dependientes, y creo que se ha reído de lo gordo que estoy porque se ha creído que he entrado en la tienda para mirarlo a él, que era un demonio de feo y asqueroso. He cogido tal depresión que he llamado al teléfono de la Esperanza pidiendo PROZAC, a ver si el PROZAC podía alegrarme el alma porque tenía la moral por los suelos. Soy viejo, soy gordo, soy feo, soy pobre, y encima no quieren recetarme PROZAC, quieren tan solo que mi vida sea un puto infierno. Vamos a ver si mi psiquiatra me receta el PROZAC, sino vaya mierda de vida. El chavalito nuevo, de veinticinco años, ni me ha mirado siquiera. Pareciera que me detestara de nacimiento. O sea que hoy se han reido de mi con odio, de lo gordo que estoy, y otro chaval no ha querido ni mirarme, y encima el feo me daba asco. Os juro que como no me recete el PROZAC el médico lo mato, asesino al médico. Tengo una depresión ahora mismo de caballo. Lo peor de todo es que un demonio feísimo, el chavalito de diecisiete, el cliente, se ha reído de mi porque estoy gordo. El chavalito guapo, el dependiente, no quería ni mirarme, ni atenderme siquiera. Y el negro me daba un asco de cojones. ....................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero. |
Poeta
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