Poemas :  Zafio soponcio
ZAFIO SOPONCIO

Za
Fio
En la mudanza petrificada del arrullo.
Luctuoso.
¡El cántico sucumbe!.
Con
El
Soponcio, del hombre. ¡Hombre con el soponcio, hombre!.
¡Qué la franela fragante bate!.
Entre péndulos ignotos.
¡Qué la elegancia embate!.
Entre pálidos ingentes.
Za
Fio
¡Dónde los pardos prados penden!
Con
El
Soponcio, hombre. ¡Con el soponcio!.
Del astuto camarón de los arbustos.
En la cáscara novicia del recreo.
¡Inusitado!.
En el precio populoso del abismo.
¡Ensortijado!.
Za
Fio
Con la prioridad prisionera.
Del soponcio... De la excusa presuntuosa.
Del empalagar... De la empapirolada.
Soponcio, soponcio... ¡Oh, soponcio!.
En la imprenta preocupada de una gota.
En la ciruela prudente de una rata.
En la báscula silvestre del escándalo.
En la cándida señal del esqueleto.
Za
Fio
Por morir de más en la madera.
¡Qué ha hecho de ceniza el perfume!.
¡Qué respira la neblina invisible!.
Del arrullo, relámpago inmóvil.
En la infancia ferroviaria del bosque.
¡Dónde las puertas madrugan!.
Por las espumas encrespadas.
Cargando.
¡Los golpes de truenos!.
Entre las súbitas soledades de las vasijas.
Z
A
F
I
O
¡Oh, zafio soponcio!.
Porqué derribas las mañanas.
En un almacén de dudas.
¡Con el ritmo inexorable del agobio!.
En la razón sin esperanza.
En el llanto que devora.
¡Zafio soponcio zafio!.
¡Dónde la misma ceniza sucumbe!.
Olvidada de los ingentes ignotos.
En
El
Cántico petrificado que muda.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

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