Poemas surrealistas : Vertedero de vesania |
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Vertedero de vesania En ese bello paisaje Del plumaje abundante desconcierto Recuerdo, recuerdas, cuando olvidamos sus calles En las blandas almendras de voces agudas y perfumes En la esencia de memorias perdidas, en la húmeda y dura Penumbra... ¡Un vertedero de Vesania!... En ese lugar qué dice: Es morena la consciencia del zapato Es rubia el alma del pantano Es pelirroja la tumba del tesoro ¡Vesania de besos ilusos! ¡Vertedero! Por la desesperación qué llueve Sin despedirse del momento, de vesania un vertedero, Del tesoro perdido, ya no lo recuerda el exilio Entre... Las estatuas asustadas. Entre. Los calmos cuentos Piensan, sienten, escuchan y dicen: Es el cortejo del último río ¡Pesadilla de golondrinas!... Aventuras qué marchan harapientas De la herida compasión victoriosa Del enjambre de puños cortantes ¡Centenas de calmas minúsculas! ¡Oh, vertedero de vesania! En el vientre argento del corcho En la intimidad qué devora la carne ¡Del llanto un faro enloquecido! En la cama de almanaques interrogantes ¡Carreteras de puertas cerradas! En las duras calles de las gaviotas ¡Por el amarillo qué al otoño tiñe! Con el traje suspendido de la tarde En el suelo sorprendido del zapato. Vertedero de vesania. Dónde arenga el caracol prudente La vesania besando... Sentado al violín extraño incipiente Porque camina el crepúsculo rápido en la noche desnudo ¡Entre las rebeldes pupilas qué esmeraldas afligen las teclas! Y las pianolas al doblegarse perfuman las redes que atrapan el aire de las angustias de ayer... ¡Cómo las carnes en flor! Porque...¡Yerto está el piso, yermo el mismo viento, yerno del techo!. Con la suela que doler suele En la duela qué moler sabe En la muela qué oler debe... Vertedero en el ambiente cuando, la memoria de la penumbra regresa lloviendo del recuerdo... ¡La esencia perdida!... El desierto del plumaje ¡Acuoso por el camino qué teje al aire nubes!. En la espalda de la realidad qué el tiempo deja al absurdo pesimismo sin la burla, del agobio constante una promesa cotidiana... En la sorpresa paradójica emergiendo. Con la subjetividad catártica, en la palabra inútil, en el sentir fugaz, en la lírica parcial de los olores. ¡Un perfume fuera de texto!... En el discurso Sin inicio, por los últimos suspiros inéditos. Recuerdo recuerdas cuando olvidamos ¡Más allá del cocodrilo y las consignas!. ¡Más acá del sapo y las denuncias! ¡Más o menos del artefacto al manifiesto!. Lloran, lloran, cuándo ya de nada vale... Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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amigo Joel, verdaderamente es impresionante tu arte, saludos
Don Julio Medina: Salud !. Con gusto recibo sus amables apreciaciones siempre. Es un placer saber de su presencia e interés por estos escritos. Le envío amistad y deseos de abundancia para su vida y familia.
Bello e impresionante poema de ese lugar en el que todos guardamos nuestras furias y locuras ¡Felicidades!Saludos un abrazo.
Mel: Gracias por su lectura atenta y comentar cortés. Le estimo su valioso tiempo y me es muy grato saber de su presencia e interés por estos artes de las letras. Le envío mis deseos de bienestar y un saludo respetuoso.