Poemas :  RÉQUIEM DE UN AMOR SOLITARIO
Al levantar mi dedo,
noto que tu vestigio ya no está aquí,
al igual que aquellas pupilas,
las cuales,
me forzaste a ver.

¿Qué reflejaban exactamente?
¿que eran lo que me dejaban ver?
algo que no pude mirar,
algo que no fue lo que pasó.

Es el adiós,
mi querida ninfa,
mi viuda negra,
la hora de partir,
ha comenzado.

¿Acaso hice bien?
Soledad,
yo ya hice mi reserva,
ya no puedo hacer nada.

Es definitivo,
la hora de partir llegó,
adiós mi ninfa de la noche,
adiós y hasta luego.


Erick R. R. Torres
(Ángel Negro)
Poeta

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