De ti enamorado, cohibido, silencioso
y en la ofuscación deseando sentirte mía.
¡Dulce encanto!... En mi alma consentida.
Soñar contigo es un sueño fabuloso,
amándote así se deslumbra la ficción.

Pero le temo a tanto rato de imaginarte.
¡Más las palabras no salen para explicarte!
Ansío besarte y tenerte entre mis brazos,
temeroso estoy de recibir el rechazo
en este corazón prendado a tu amor.
He preferido quererte así en confidencia,
si bien se me parte el alma…
Y la angustia retuerce la conciencia.

Sufro por seguirte amando…
Con este amor que la vida va acortando.
¡Te quiero y no sé cómo alejarme!
Mientras tu corazón insiste en rechazarme.
¿Por qué la suerte nos cruzó el camino,
si mis ojos no tienen otra manera de mirarte?
¡Cruel destino mortificas sin razón!
Y las palabras sin acción
quedaron escondidas en la timidez,
desplomadas en el abismo del temor.
Me faltó osadía esta vez…
Me faltabas tú para decirte
todo lo que por ti existe en mi corazón.

Julio Medina
17 de septiembre de 2012